Un estudio publicado en la revista Preventive Medicine sugiere que la violencia doméstica podría ser un fenómeno evidente incluso desde las primeras citas o encuentros al inicio de una relación y no sólo durante la convivencia bajo el mismo techo.
Investigadores de la Universidad de Pensilvania señalan que la mayor parte del abuso doméstico (más del 80 por ciento de los incidentes) ocurren entre novios y novias. Esto es preocupante porque las políticas de prevención de violencia doméstica se enfocan en evitar que las parejas abusadoras tengan acceso a armas de fuego, sin embargo, esto va más dirigido a las relaciones conyugales, cuando las personas viven juntas, y no cuando las parejas están “solo saliendo”.
Según la doctora Susan B. Sorenson, profesora de política social en la Escuela de Política y Práctica Social, los novios/as son más propensos que los esposos/as a lastimar a sus parejas. Más propensos a empujar, golpear, aruñar y estrangular, y también más propensos a utilizar una navaja, un bate o cualquier otro tipo de arma, algo que los expertos no esperaban encontrar.
los novios/as son más propensos que los esposos/as a lastimar a sus parejas
Para la realización de este estudio, Sorenson y su equipo examinaron los resultados de encuestas de victimización general aplicadas a un grupo de personas acerca de posibles experiencias de abuso o violencia en pareja vivenciadas con anterioridad. También se pidió en las encuestas identificar si el abusador era un esposo/esposa, un novio/novia anterior o actual.
También se tomó en cuenta los formularios del Departamento de Policía de Filadelfia donde se registra la narración descriptiva de los hechos de violencia de los cuales se reciben llamadas de auxilio o denuncias. Se analizaron 31,206 formularios del año 2013 y se encontró que el 82,1 por ciento de la violencia entre parejas se daba entre personas que estaban saliendo, es decir, entre novios y novias y no entre esposos.
Estos resultados evidencian una clara deficiencia en las leyes que buscan proteger a las personas de la violencia doméstica en una relación, ya que las políticas actuales se centran en prevenir el abuso entre personas que están casadas, viven juntas o tienen hijos en común, características que hacen alusión a las costumbres “de la generación pasada”, pero que no se ajustan al día de hoy, cuando las relaciones se han convertido en algo más transitorio y las personas no consideran necesario contraer matrimonio.
Estas leyes podrían ser modificadas este año cuando la el acta contra la violencia hacia las mujeres sea sujeta a “reautorización”.
Los investigadores reconocen que una limitación importante del estudio es haber utilizado datos de una sola ciudad de los Estados Unidos, no obstante, Sorenson señaló que el tipo de relación sentimental no era la única información demográfica recopilada. Los agentes de policía parecen haber aplicado la ley por igual en términos de raza, etnia, edad y sexo, así como las circunstancias bajo las cuales reunieron evidencia, tomaron declaraciones, verificaron los registros estatales y proporcionaron transporte a la atención médica.
Fuente: Psych Central; Penn News