La relajación muscular progresiva o profunda, es una técnica del tratamiento del control de la activación desarrollada por el médico Edmund Jacobson a inicios del año 1920. Jacobson sostenía que las respuestas del organismo a la ansiedad provocan pensamientos y actos que provocan tensión muscular. La relajación muscular profunda, reduce la tensión fisiológica y por consiguiente reduce la ansiedad, ya que la respuesta por medio de la relajación anula el habito de respuesta por ansiedad.
Jacobson descubrió que, tensando y relajando sistemáticamente varios grupos de músculos y aprendiendo a atender y a discriminar las sensaciones resultantes de la tensión y la relajación, una persona puede eliminar, casi completamente, las contracciones musculares y experimentar una sensación de relajación profunda.
¿En que lugar debemos realizar la relajación?
Debemos disponer de un lugar que cumplan los siguientes requisitos mínimos:
- Ambiente tranquilo, sin demasiados ruidos y lejos de los posibles estímulos exteriores perturbantes.
- Luz moderada; es importante que se mantenga la habitación con una luz tenue
- Temperatura adecuada; la habitación tiene que tener una temperatura moderada (ni alta ni baja) para facilitar la relajación.
¿Que posición debe adoptar el paciente?
- El paciente puede estar tendido sobre una cama o un diván con los brazos y las piernas ligeramente en ángulo y apartados del cuerpo.
- También podemos utilizar un sillón cómodo y con apoyo en los brazos, nuca y los pies.
Algunas recomendaciones practicas
Según T.Carnwath y D. Miller (1989), las siguientes recomendaciones han demostrado su utilidad en la práctica clínica:
- Decir al paciente que está aprendiendo una nueva habilidad, del mismo modo que podría aprender a conducir o a practicar algún deporte. Ha aprendido a estar ansioso y ahora va aprender a relajarse, aunque esto requiere tiempo.
- Podría tener sensaciones “extrañas”, tales como hormigueo o sensación de flotar. Esto son señales positivas de que se está “soltando”. De un modo similar, la ansiedad, por un incremento aparente de los síntomas, como la frecuencia cardíaca o la tensión muscular, indica simplemente una mayor conciencia física y no una disfunción física resultante.
- Recomendar que “deje que las cosas ocurran y “que se deje llevar por el proceso.”
- No debe tener miedo de perder el control, pues es libre de dejarlo en cualquier momento. Es responsable de la situación. Comprobar su miedo periódicamente. Utilizar la analogía, por ejemplo, de montar a caballo: el control y el equilibrio básicos se consiguen “soltando los músculos.”
- El aprendizaje de la relajación no es un examen que implique aprobar o suspender. Ni se desea un esfuerzo porfiado. Es muy posible que los efectos tarden en aparecer y esto es normal (lleva mucho tiempo tenso).
- Es libre de moverse en la silla para buscar una posición cómoda, aunque no debe hacer movimientos corporales innecesarios o bruscos, ni debe hablar con el terapeuta si no es preciso.
- Puede mantener abiertos lo ojos inicialmente si se siente más cómodo así, aunque más adelante debe intentarlo con los ojos cerrados.
- Podría hacerse mucho más sensible a las sensaciones asociadas al inicio de la ansiedad y tensión. Estas pueden utilizarse como pautas para interceptar el inicio de las mismas en el futuro.
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Fuente:
- Técnicas de relajación
- (PDF) Guía de relajación muscular profunda
- Libro en PDF Técnicas de control de la activación: Relajación y Respiración
- T. CARNWATH Y D. MILLER: Psicoterapia conductual en asistencia primaria: Manual práctico. Barcelona 1989. Ed. Martinez Roca.
2 comentarios
Excelente demostración, aquí lo importante es que el paciente lo aprenda para que lo repita cuando lo necesite.
EEsta técnica es básica para cualquier psicólogo. A partir de ahí la técnica de visualización es más temática con el paciente y con el terapéutica.
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