Este post tiene como objetivo ilustrar las características de la intervención en modelos conductuales, y para ello compartimos un vídeo con ustedes.
A menudo, cuando se quiere generar un cambio de conductas a nivel de la comunidad (por ejemplo, que las personas tiren la basura en los tachos, disminuir la velocidad de conducción o reducir el consumo de alcohol), se suele apelar a campañas de “concientización”, campañas que intentan modificar eventos o estados psicológicos internos, tales como las actitudes, la motivación, etc., con una tasa de éxito dudosa en el mejor de los casos.
En cambio, los modelos psicológicos conductuales toman como punto privilegiado de intervención la modificación del contexto en lugar de la modificación de los contenidos internos.
La intervención del vídeo no apela a cambiar estados internos (vg. motivación), sino que modifica el ambiente para facilitar que una alternativa sea elegida con mayor probabilidad: en lugar de hacer campaña para promover la salud, de pegar carteles que describan los beneficios de subir las escaleras o los peligros del sedentarismo etc, lo que se hace es proveer un refuerzo más inmediato para subir las escaleras, o dicho de otro modo, que haya mayor disponibilidad de refuerzo para esa conducta:
Este tipo de intervenciones son funcionalmente similares a las que se utilizan en la psicoterapia guiada por principios conductuales. Cuando se trabaja, por ejemplo, con depresión desde modelos conductuales (se puede leer más al respecto en este artículo sobre activación conductual) , el principio es muy similar: modificar el contexto de vida para que ciertas conductas (digamos, levantarse de la cama y almorzar con la familia), puedan ser elegidas con mayor probabilidad que otras (quedarse en la cama mirando tv, x ej), al tener mayor disponibilidad de refuerzo. No se niegan las emociones y los pensamientos, sino que la intervención es contextual.Y al igual que la intervención con las escaleras del vídeo, funciona.