Al parecer, cuando nos vestimos formales percibimos el mundo de manera diferente. Básicamente, una investigación encontró que usar ropa formal anima a las personas a utilizar un pensamiento más abstracto y holístico y no fijarse tanto en los pequeños detalles. Estos resultados aplicarían tanto para hombres como para mujeres.
El estudio hizo una serie evaluaciones. En las primeras dos, grupo de estudiantes que tenía que evaluar la formalidad de la ropa que llevaban y luego tomar una serie de tests cognitivos para determinar su estilos de procesamiento. Sus resultados sugieren que la formalidad favorece el pensamiento abstracto, un estilo cognitivo que cambiar como construimos la manera de percibir a los objetos, personas y eventos. Según los datos, la relación entre vestirse formal y el procesamiento abastracto está mediada por el sentimiento de poder.
Pero los investigadores se dieron cuenta que los estudiantes tendían a vestirse de manera casual y esto podría afectar los resultados del estudio.
Así que les volvieron a pedir a los estudiantes que vinieran como si fueran a una entrevista de trabajo, con ropa formal y luego se les volvió a aplicar los tests cognitivos. Los resultados de esta segunda prueba demostraron niveles más altos de procesamiento abstracto en comparación con el grupo cuando fue de ropa casual.
Usar ropa formal anima a las personas a utilizar un pensamiento más abstracto y holístico
Para los investigadores, los resultados de esta segunda prueba sugieren una conclusión causal del efecto de la ropa que usaban sobre el procesamiento mental.
Esta no es la única investigación que ha encontrado una relación entre la ropa que usamos y el pensamiento y conducta. Un ejemplo es la investigación del 2012 realizada por Hajo Adam y su equipo, en la que encontraron que cuando las personas utilizan una bata blanca que creían había pertenecido a un médico, eran más atentos con las otras personas.
¿Pero hay diferencias si usas ropa formal a diario en tu trabajo o esporádicamente, como por ejemplo en una boda? Los autores predicen que se encontrarán la misma influencia de la ropa sobre el procesamiento mental porque en ambas situaciones te sentirás formal.
¿Cómo se traslada esto al ámbito laboral? según ellos, las personas que usan traje en su trabajo son menos vulnerables a las críticas acerca de su desempeño laboral, ya que son capaces de no quedarse en los pequeños detalles y la crítica no les afectará su autoestima. Así mismo explican que cuando se piensa en dinero, el pensamiento abstracto ayudaría a evitar la toma de decisiones impulsivas en favor de decisiones más inteligentes a largo plazo.
Interesante, ¿no?
Fuente: The Atlantic