El celular se ha convertido en un gran aliado de la vida cotidiana. Lejos quedó aquel aparato de gran tamaño que servía para hacer llamadas de voz, y solamente para eso. Hoy es una gran herramienta, útil y aplicable en el trabajo, a la hora de estudiar, de profundizar sobre algún asunto que nos resulte de interés, y hasta para llevar registro de nuestros hábitos y estilo de vida, arrojando información muy precisa de cuánto nos movemos durante el día, por ejemplo.
Claro que no sirve sólo para eso. Gracias a las aplicaciones, sus funciones son innumerables. Se ha vuelto una gran fuente de entretenimiento, y esto es genial… siempre que podamos moderar su uso. ¿Por qué lo digo? Un estudio reciente, presentado en la Conferencia Latinoamericana ACC 2019, encontró que las personas que usaron sus smartphones cinco o más horas al día tenían un 43% más de riesgo de obesidad, a la vez que tenían más probabilidades de sostener otros hábitos de estilo de vida que aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas.
“Pasar demasiado tiempo frente al smartphone facilita los comportamientos sedentarios, reduce el tiempo de actividad física, lo que aumenta el riesgo de muerte prematura, diabetes, enfermedades cardíacas, diferentes tipos de cáncer, molestias osteoarticulares y síntomas musculoesqueléticos,” dijo Mirary Mantilla-Morrón, especialista en rehabilitación pulmonar y vascular cardíaca de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Simón Bolívar en Barranquilla, Colombia, y autora principal del estudio.
El equipo de investigación analizó a 1060 estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Simón Bolívar desde junio hasta diciembre de 2018. El grupo de estudio consistió en 700 mujeres y 360 hombres. Con una edad promedio de 19 años y 20 años respectivamente. Los hombres tenían un 36.1% de probabilidades de tener sobrepeso y un 42.6% de ser obesos. Las mujeres tenían 63.9% de probabilidades de tener sobrepeso y 57.4% de ser obesas.
Los investigadores encontraron que el riesgo de obesidad aumentaba en un 43% si se usaba el smartphone por cinco o más horas al día, ya que los participantes tenían el doble de probabilidades de beber más bebidas azucaradas, consumir comida rápida, dulces, bocadillos y disminuir la actividad física. El 26% de los sujetos con sobrepeso y el 4,6% con obesidad pasaron más de cinco horas usando su dispositivo. “Los resultados de este estudio nos permiten destacar que el uso prolongado de teléfonos celulares, está asociado con el desarrollo de la obesidad,” señaló Mantilla-Morrón.
Otras investigaciones han encontrado que la obesidad podría aumentar el riesgo de demencia, así como también puede romper nuestra barrera protectora hematoencefálica y causar problemas con el aprendizaje y la memoria. Incluso, un estudio encontró que la obesidad en la etapa previa al embarazo podría aumentar el riesgo de problemas neurocognitivos en niños prematuros. Otros estudios hallaron una relación entre el autismo y la obesidad maternal. El impacto de la obesidad en la salud física y psicológica ha sido ampliamente estudiado; si te interesa profundizar un poco más en estos asuntos te invito a que hagas clic acá y acá.
“Es importante que la población en general sepa y tenga en cuenta que, aunque la tecnología móvil es indudablemente atractiva por sus múltiples propósitos, portabilidad, comodidad, acceso a innumerables servicios, información y fuentes de entretenimiento, también debe usarse para mejorar hábitos y comportamientos saludables,” concluyó Mantilla-Morrón.
Fuente: Science Daily