La investigación ha revelado una correlación entre ser particularmente competente en el uso de herramientas y tener buena capacidad sintáctica (Brozzoli et al., 2019). Indagando aún más en este asunto, un equipo de investigadores encontró que ambas habilidades dependen de los mismos recursos neurológicos, que se encuentran en la misma región del cerebro. Además, el entrenamiento motor con una herramienta mejora la capacidad para comprender la sintaxis de oraciones complejas (una de las habilidades lingüísticas más difíciles de adquirir) y, viceversa, el entrenamiento sintáctico mejora la competencia en el uso de herramientas (Thibault et al., 2021).
La paleo-neurobiología también ha demostrado que las regiones cerebrales asociadas con el lenguaje habían aumentado en nuestros antepasados durante los períodos de auge tecnológico, cuando el uso de herramientas se generalizó.
Estos hallazgos podrían aplicarse clínicamente para apoyar la rehabilitación de pacientes que han perdido algunas de sus habilidades lingüísticas.
Qué metodología usaron
Partiendo de los hallazgos del estudio de Brozzoli et al. (2019), los investigadores desarrollaron una serie de experimentos que se basaron en técnicas de imagen cerebral (resonancia magnética funcional o MRI) y mediciones de comportamiento. Se pidió a los participantes que completaran varias pruebas que consistían en entrenamiento motor con alicates de 30 cm de largo y ejercicios de sintaxis en francés. Esto permitió a los científicos identificar las redes cerebrales específicas de cada tarea, pero también comunes a ambas tareas.
Qué encontraron
Descubrieron por primera vez que el manejo de la herramienta y los ejercicios de sintaxis producían activaciones cerebrales en áreas comunes, con la misma distribución espacial, en una región denominada “ganglios basales”.
Dado que estos dos tipos de habilidades utilizan los mismos recursos cerebrales, los investigadores se preguntaron si es posible entrenar una para mejorar la otra. Por eso, en la segunda parte de su estudio, analizaron estos problemas y demostraron que esto es lo que realmente sucede.
En esta ocasión, se pidió a los participantes que realizaran una tarea de comprensión sintáctica antes y después de 30 minutos de entrenamiento motor con los alicates (ver cuadro para detalles del experimento). Con esto, los investigadores demostraron que el entrenamiento motor con la herramienta conduce a un mejor desempeño en los ejercicios de comprensión sintáctica.
Además, los hallazgos muestran que lo mismo sucede en el caso inverso: el entrenamiento de las facultades del lenguaje, con ejercicios para comprender oraciones con estructura compleja, mejoró el rendimiento motor con la herramienta.
Ejercicios de sintaxis y entrenamiento motor
El entrenamiento motor implicó el uso de pinzas para insertar pequeñas clavijas en agujeros que coincidían con su forma pero con diferentes orientaciones.
Los ejercicios de sintaxis que se realizaron antes y después de esta formación consistieron en leer oraciones con una sintaxis simple, como “el científico que admira al poeta escribe un artículo” o con una sintaxis más compleja, como “el científico que al poeta admira escribe un artículo.” Luego, los participantes debían decidir si declaraciones como “el poeta admira al científico” eran verdaderas o falsas. Las oraciones con el pronombre relativo de objeto francés “que” son más difíciles de procesar y, por lo tanto, el rendimiento fue generalmente más pobre.
Estos experimentos muestran que después del entrenamiento motor, a los participantes les fue mejor con las oraciones que se consideraron más difíciles. Los grupos de control, que realizaron la misma tarea lingüística pero después de un entrenamiento motor solo con las manos o sin ningún entrenamiento, no mostraron tal mejora.
Los científicos comentan que actualmente están diseñando protocolos que podrían implementarse para apoyar la rehabilitación y recuperación de las habilidades del lenguaje de pacientes con facultades motoras relativamente conservadas, como los jóvenes con trastornos del desarrollo del lenguaje.
Referencias bibliográficas:
- Brozzoli, C., Roy, A. C., Lidborg, L. H., & Lövdén, M. (2019). Language as a Tool: Motor Proficiency Using a Tool Predicts Individual Linguistic Abilities. Frontiers in Psychology, 10, 1639. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2019.01639
- Thibault, S., Py, R., Gervasi, A. M., Salemme, R., Koun, E., Lövden, M., Boulenger, V., Roy, A. C., & Brozzoli, C. (2021). Tool use and language share syntactic processes and neural patterns in the basal ganglia. Science, 374(6569), eabe0874. https://doi.org/10.1126/science.abe0874
Fuente: Science Daily