Una breve privación del sentido de la vista en bebés, reorganiza de forma permanente los cortex sensoriales, según un nuevo estudio publicado este mes en Current Biology.
Pacientes operados a los 6 meses de vida de cataratas responden de forma más rápida y eficaz a estímulos auditivos que visuales, a diferencia de personas que no han sufrido ningún tipo de privación visual. En estos sujetos, el sentido auditivo se ha convertido en dominante, a pesar de no poseer en el presente ningún problema de vista.
Personas que fueron privadas de la vista de bebés, reconocen estímulos auditivos de forma más rápida y eficaz que los visuales.
El estudio, que fue realizado por investigadores de la Universidad Católica de Lovaina (UCL) y de la Universidad de Toronto, muestra hasta qué punto los primeros meses de vida son cruciales para la interacción de las regiones sensoriales.
La investigación se basó en once sujetos que fueron observados durante 25 años. Todos ellos habían sido operados de cataratas a la edad de seis meses (de media). En la actualidad, los sujetos de la investigación no padecen ningún problema de visión, si bien presentan ligeros inconvenientes como la dificultad de percibir movimientos no biológicos (hacia la derecha o la izquierda) y una disminución de la capacidad de reconocer diferencias entre rostros.
Durante la investigación, los sujetos tuvieron la tarea de reconocer estímulos visuales y auditivos que surgían de pronto, tanto por la derecha como por la izquierda. Aquellos sujetos que habían sido operados de pequeños, fueron más eficaces para responder a los estímulos auditivos que a los visuales, en comparación con el otro grupo, que no estuvo jamás en una situación de privación visual. Esto significa, según los investigadores, que su sentido del oído se ha refinado.
En quienes sufrieron cataratas de bebés, el sentido dominante es el auditivo.
Se estudió a su vez lo que se llama el costo de cambio de modalidad. Esto es, la dificultad que le causa a una persona reaccionar a dos informaciones de modalidades sensoriales diferentes, como puede ser un sonido (modalidad auditiva) y una luz (visual).
En aquellas personas que jamás sufrieron problemas en su visión, el sentido dominante es el de la vista. Para ellos, resulta más fácil convertir un estímulo auditivo en visual, que al revés.
Sin embargo, en aquellos sujetos que habían sido privados de la vista de bebés, el fenómeno era inverso. Como el dominio sensorial en estas personas se había reorganizado, para ellos resultaba más fácil convertir en auditiva una información visual, que al revés.
El estudio demuestra la importancia para el desarrollo y la organización cerebral, de las primeras experiencias sensoriales. La corteza visual es una de las primeras zonas que se desarrolla en forma rápida. Las primeras experiencias visuales, por tanto, son vitales para el desarrollo de esta área. Al mismo tiempo, los datos indican que la misma se altera de forma permanente, en caso de ser privada de los estímulos necesarios.
Pueden acceder a la investigación publicada en Current Biology aquí.
Fuente: Tendencias de la Salud