Daniel Mediavilla para El País:
Los nanoplásticos, de hasta una milmillonésima de metro, son tan pequeños que pueden atravesar todos los tejidos humanos, viajar por el torrente sanguíneo y llegar al cerebro o a la placenta de las embarazadas. Aunque existe preocupación por sus efectos en la salud, los estudios están en fases iniciales e incluso el conocimiento sobre su presencia es limitado. Esta semana, investigadores de la Universidad de Columbia publican en la revista PNAS un análisis en el que estudiaron si había nanoplásticos en el agua embotellada, de qué tipo y en qué cantidades. Empleando una técnica llamada microscopía de dispersión estimulada Raman, uno de cuyos inventores es Wei Min, coautor del estudio, detectaron que, de media, en cada litro se podía encontrar alrededor de un cuarto de millón de estos trocitos de plástico.
Impresionante.