Ángela Bernardo nos cuenta los detalles en Hipertextual:
La ciudad de Treviso, al noreste de Italia, ha vivido en las últimas semanas un auténtico escándalo de salud pública. Una enfermera fingió vacunar a cientos de niños de la región de Friuli, sin embargo, las autoridades han descubierto que un tercio de las dosis a bebés menores de un año y la mitad de las dosis en críos más mayores no fueron administradas correctamente. “Lo que está claro es que algunas vacunas fueron puestas de forma fingida”, afirmó Pier Paolo Benetollo, director general de la Agencia para el Cuidado de la Salud 3 (AAS3, por sus siglas en italiano).
¿Cómo la descubrieron?
Los primeros en sospechar de su actuación irregular fueron sus propios compañeros, que en un primer momento dudaron de que ningún niño llorase en la sala de la enfermera cuando ella supuestamente les inmunizaba. Lo que inicialmente parecía ser un caso de buen trato con los más pequeños pasó a teñirse de dudas e incertidumbres cuando sus colegas descubrieron los viales inutilizados en la basura. Tras analizar los registros de más de 500 pacientes infantiles, la Fiscalía ha abierto una investigación sobre el caso.
El gobierno sospecha que al menos 500 niños quedaron sin recibir las vacunas necesarias para inmunizarlos contra el sarampión, la rubeola, la hepatitis B y otras terribles enfermedades. Ante esta terrible situación, el gobierno ha previsto una nueva aplicación de vacunas que incluirá a 7000 niños.
Este es un ejemplo del peligroso efecto que puede tener el movimiento antivacunas.
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