La relación entre el trastorno de personalidad antisocial (TPA) y los trastornos por uso de sustancias ha sido objeto de creciente interés en la investigación psiquiátrica. Un reciente estudio publicado en Translational Psychiatry revela que las personas con TPA son significativamente más propensas a enfrentar adicciones, especialmente al alcohol, cannabis y tabaco. Este estudio también destaca una fuerte asociación entre los rasgos antisociales y el uso peligroso de sustancias, lo que sugiere que estos individuos no solo tienen un mayor riesgo de desarrollar adicciones, sino que también tienden a experimentar una mayor gravedad en sus problemas de consumo. Estos hallazgos subrayan la importancia de comprender las interacciones entre el TPA y las adicciones para abordar de manera más efectiva el tratamiento y la prevención.
Contexto del trastorno
El trastorno de personalidad antisocial se caracteriza por rasgos como la manipulatividad, impulsividad, irritabilidad y falta de remordimiento. Aquellos que padecen este trastorno a menudo enfrentan una variedad de problemas de comportamiento, que incluyen trastornos por uso de sustancias, los cuales abarcan el uso problemático de sustancias como el alcohol, cannabis, tabaco, cocaína y opioides.
Investigación previa
Investigaciones anteriores han demostrado que las personas con trastornos por uso de sustancias tienen más probabilidades de padecer TPA, pero los detalles específicos de esta relación seguían siendo inciertos. Para abordar esta brecha, los investigadores examinaron si el TPA estaba relacionado con la gravedad de los diferentes trastornos por uso de sustancias y patrones específicos de comportamiento asociados con el abuso de sustancias.
El enfoque del estudio
El estudio, liderado por Renato Polimanti, profesor asociado de psiquiatría en la Universidad de Yale, analizó datos del cohorte Yale-Penn, que incluye una muestra extensa de individuos seleccionados para estudiar rasgos relacionados con la adicción. La muestra comprendía 1,660 participantes diagnosticados con TPA y 6,640 participantes de control sin el trastorno, emparejados según edad, sexo y raza/etnicidad.
Los investigadores se centraron en cinco trastornos específicos por uso de sustancias: alcohol, cannabis, cocaína, opioides y tabaco. Se analizaron tanto el diagnóstico (si un participante cumplía con los criterios del trastorno) como la gravedad (si el trastorno era leve, moderado o severo, según el número de criterios cumplidos).
Hallazgos clave
Los resultados mostraron que el TPA estaba relacionado tanto con el diagnóstico como con la gravedad de los trastornos por uso de alcohol, cannabis y tabaco. Los individuos con TPA eran casi el doble de propensos a ser diagnosticados con trastorno por uso de alcohol, más de dos veces más propensos a tener trastorno por uso de cannabis y una vez y media más propensos a padecer trastorno por uso de tabaco en comparación con el grupo de control.
Los investigadores también encontraron que la relación entre el TPA y los trastornos por uso de sustancias iba más allá del diagnóstico, abarcando comportamientos específicos asociados con estos trastornos. Un hallazgo notable fue que los individuos con TPA eran más propensos a participar en “uso peligroso” en todos los cinco trastornos por uso de sustancias analizados, lo que implica consumir sustancias en situaciones peligrosas, como conducir bajo la influencia o involucrarse en comportamientos de riesgo mientras están intoxicados.
Dificultades para dejar el uso de sustancias
Otro hallazgo interesante se relacionó con el criterio de “intentos de dejar”, particularmente en el trastorno por uso de cocaína. El estudio reveló que las personas con TPA eran menos propensas a reportar esfuerzos para dejar de usar cocaína, indicando que esta población podría enfrentar mayores dificultades en la motivación o capacidad para reducir o detener el consumo de cocaína. Este hallazgo fue específico para la cocaína y no se observó con otras sustancias estudiadas.
Diferencias de sexo
El estudio también destacó las diferencias de sexo en la relación entre el TPA y los trastornos por uso de sustancias. A pesar de que los investigadores emparejaron a los participantes por sexo, continuaron encontrando que el sexo desempeñaba un papel significativo en cómo el TPA se relacionaba con la gravedad de los trastornos por uso de sustancias y criterios específicos.
Al controlar por trastornos de internalización, los investigadores pudieron explicar algunas de las diferencias de sexo observadas. Por ejemplo, al incluir estos trastornos en sus modelos de regresión, encontraron que el papel del sexo en la relación entre el TPA y los trastornos por uso de sustancias se atenuó. Esto sugiere que parte de las diferencias de sexo observadas en la relación entre el TPA y los trastornos por uso de sustancias podrían atribuirse a condiciones de internalización, que tienden a diferir entre hombres y mujeres.
Limitaciones y futuro de la investigación
El estudio añade a la creciente evidencia que sugiere que el TPA y los trastornos por uso de sustancias están estrechamente entrelazados. Sin embargo, hay limitaciones a considerar. Una de ellas es que la muestra del estudio fue seleccionada específicamente para incluir individuos con trastornos por uso de sustancias y rasgos relacionados, lo que significa que los hallazgos pueden no ser representativos de la población general.
Polimanti advirtió que “nuestro estudio se basa en un cohorte enriquecido de participantes con diagnósticos de trastornos por uso de sustancias a lo largo de la vida”. “Por ejemplo, el 64% y el 39% de nuestros participantes tienen diagnósticos de uso de cocaína y opioides, respectivamente. En los Estados Unidos, la prevalencia de estos trastornos es menos del 5%, por lo que los resultados observados en nuestro estudio pueden no ser generalizables a grupos poblacionales con características diferentes”.
Este estudio es parte de una investigación más amplia en la que se están investigando las trayectorias de comorbilidad entre los trastornos por uso de sustancias utilizando información longitudinal. Además, los investigadores evaluarán cómo los factores genéticos y epigenéticos contribuyen a las comorbilidades psiquiátricas entre los trastornos por uso de sustancias.
Referencias: Low, A., Stiltner, B., Nunez, Y.Z. et al. Association patterns of antisocial personality disorder across substance use disorders. Transl Psychiatry 14, 346 (2024). https://doi.org/10.1038/s41398-024-03054-z