El analgésico denominado ZH853 fue desarrollado por investigadores de la Universidad de Tulane y está en fase experimental con ratas.
Según los reportes presentados en el Journal of Neuroinflammation, este nuevo analgésico es tan potente como la morfina, logra reducir la inflamación, reduce el tiempo de recuperación y previene las recaídas del dolor crónico. Esto representaría una gran avance sobre los analgésicos tradicionales, que han demostrado ser efectivos en el tratamiento del dolor inicial, pero acarrean serios efectos nocivos a largo plazo: pueden hacer que los pacientes sean más sensibles al dolor, prologan el malestar, incrementan el riesgo de desarrollar dolor crónico y son medicamentos que deben ser controlados por su alto riesgo de adicción.
El nuevo analgésico es el producto de una variación científicamente diseñada a partir de las moléculas de endomorfina, un neuroquímico que se encuentra naturalmente en el cuerpo.
Para probar su efectividad, el equipo dividió a las ratas que sufrían de dolor inflamatorio y dolor postquirúgico en tres grupos: un grupo recibió el nuevo analgésico ZH853, otro grupo recibió dosis de morfina y el ultimo grupo recibió el placebo.
Los efectos fueron asombrosos. EL nuevo analgésico aceleró la recuperación del dolor de las ratas y en algunos casos redujo hasta la mitad el tiempo de recuperación en comparación con aquellas que recibieron morfina y placebo. El tiempo de recuperación en el grupo de ratas sin tratamiento fue de 32 días, el grupo con morfina demoró 42 días en recuperarse y las ratas con el ZH853 se recuperaron en solo 11 días.
“ZH853 disminuyó la cantidad de tiempo en el dolor en comparación con la morfina en todas las pruebas”, dijo la primera autora del estudio, Amy Feehan, PhD, “este fue un hallazgo inesperado y sin precedentes, dado que se sabe que los opioides aumentan y prolongan muchos tipos de dolor”.
Para estar seguros del efecto del nuevo analgésico los investigadores evaluaron también la sensibilidad al dolor encubierto por los cambios del sistema de endorfinas en el cuerpo. Cuando una lesión genera dolor, el sistema opioide del cuerpo se activa para controlarlo. Si el sistema opioide es bloqueado, ya sea por el estrés o por un antagonista, el dolor podría volver incluso después que la lesión haya sanado.
A diferencia de la morfina, el ZH853 no enmascaró el dolor como los analgésicos tradicionales, sino que atenuó o bloqueó la neuroinflamación y la sensibilización latente, dos procesos que contribuyen a la transición del dolor agudo al dolor crónico.
El desarrollo de nuevos analgésicos podría significar una salvación para millones de personas que no encuentran alivio a su dolor. Pero para que esto suceda es necesario que el ZH853 sea probado en ensayos clínicos con humanos. Los investigadores esperan hacerlo en los próximos dos años.
Referencia del estudio original: Amy K. Feehan, James E. Zadina. Morphine immunomodulation prolongs inflammatory and postoperative pain while the novel analgesic ZH853 accelerates recovery and protects against latent sensitization. Journal of Neuroinflammation, 2019; 16 (1) DOI: 10.1186/s12974-019-1480-x
Fuente: ScienceDaily