El cáncer sigue siendo un grave problema de salud en todo el mundo. Sin embargo, debido a la eficacia de los tratamientos y a la mejora de los sistemas de sanidad el número de supervivientes al cáncer ha aumentado significativamente a lo largo de los años.
La fatiga es una de las consecuencias del cáncer que aparecen con una mayor frecuencia causando importantes alteraciones en la vida de los supervivientes. Diferentes tratamientos psicológicos han sido utilizados para reducir la fatiga en este grupo de pacientes.
Las terapias de tipo cognitivo-conductual y el mindfulness son las que aportan mayores datos que avalan su eficacia, por delante de las intervenciones de tipo psico-educativo. Sin embargo, la mayoría de los estudios se han llevado a cabo con supervivientes al cáncer de mama, por lo que sería deseable probar la eficacia de estas técnicas en una mayor variedad de tipos de cáncer.
Autores: Francisco García Torres y Francisco J. Alós
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Fuente: Revista Papeles del Psicólogo