Hace unas semanas atrás, vi la aclamada película titulada Shame (vergüenza). Un film que ilustra brillantemente cómo el sexo, algo tan humano e íntimo, se convierte en una jaula de soledad para Brandon, un hombre de 30 años aparentemente normal pero con un lado oculto de quienes lo rodean.
Brandon tiene una adicción compulsiva al sexo y apenas puede permanecer demasiado tiempo sin sus dosis diarias, por lo que recurre frecuentemente a encuentros sexuales con desconocidas y opta por la masturbación con o sin estimulación previa que le dificulta la capacidad de relacionarse de forma íntima y duradera.
Al finalizar la película, me quedé pensando cómo podría ayudar a una persona con este tipo de adicción. Así que me puse a buscar qué estrategias específicas hay para tratar este tipo y encontré este interesante artículo del reconocido terapeuta Robert Weiss que nos explica cómo cuales son los primeros pasos a la hora de iniciar un tratamiento para la adicción al sexo.
¿Qué es la sobriedad sexual?
Según Weiss la mayoría de los pacientes que aceptan entrar en un programa de recuperación sexual no tienen ni idea de que significa la “sobriedad sexual”. Esta confusión contrasta completamente con cualquier tratamiento para el alcoholismo o de drogas, en el que las personas deben abstenerse por completo del alcohol y/o de otras drogas.
La pregunta que más frecuente hacen los sujetos que recién entran al tratamiento es “¿seré capaz de llevar una vida sexual saludable y regular, o tendré que renunciar al sexo para siempre?”, consecuentemente luego de haber hecho esta pregunta los sujetos hacen la siguiente declaración “Si tengo que renunciar al sexo para siempre, entonces olvidate que me mantendré en tratamiento”.
¿Seré capaz de llevar una vida sexual saludable y regular, o tendré que renunciar al sexo para siempre?
Afortunadamente, a diferencia de la sobriedad en el alcoholismo y la adicción a las drogas, la sobriedad sexual no es definida estrictamente como abstinencia — aunque se recomienda por un periodo corto de tiempo que el sujeto se mantenga alejado de las relaciones sexuales, como parte del proceso de saneamiento — Pero en realidad el tratamiento de la adicción sexual se dirige de la misma forma en que se manejan los trastornos de alimentación, donde la sobriedad no significa abstenerse permanentemente.
Tiempo fuera
Como se mencionó más arriba, un corto periodo de abstinencia sexual o un “tiempo fuera” de todas las conductas sexuales, incluyendo la masturbación– es con frecuencia de gran ayuda y recomendada al inicio de la recuperación. Se sugiere en este periodo de una completa abstinencia sexual porque muchas de las experiencias de los nuevos clientes se dificultan cuando tratan de distinguir en el “momento” entre comportamientos sexuales y románticos, saludables y no saludables. Este tiempo fuera usualmente dura alrededor de 30 a 90 días, y puede ser usado para ayudar a los individuos a reconocer las actividades sexuales adictivas y compararlas con las opciones saludables.
Este pequeño periodo de abstinencia también puede ayudar al adicto a desarrollar algunas de las habilidades básicas de afrontamiento que pueden utilizarse para combatir los disparadores emocionales y las circunstancias externas que pueden llevar a conductas sexuales problemáticas. Y mientras el adicto al sexo se esfuerza por evitar sus respuestas sexuales “automáticas”, él o ella también ganan del insight para entender su dependencia al sexo y para ganar distracción emocional y auto estabilización.
De la misma forma en que el proceso de desintoxicación de las drogas, el primer paso para recuperarse del abuso de sustancias, consiste en un periodo de completa abstinencia – una desintoxicación del abuso del sexo – puede ser el primer paso en el camino de la sobriedad sexual a largo plazo. De nuevo la abstinencia sexual no es una intervención a largo plazo. Aunque ayuda a interrumpir patrones compulsivos establecidos, mientras que se fortalece el yo, se desarrollan habilidades sociales y mecanismos de afrontamiento.
Los expertos en el tratamiento en la adicción al sexo aseguran que este corto periodo de completa abstinencia no consiste en negarle a nuestros pacientes las necesidades de dependencia y de intimidad, pero si hacerlos conscientes de que existen otras y mejores maneras de conseguir que esas necesidades sean satisfechas. De hecho, lo más difícil en el proceso de recuperación de la adicción al sexo no es el periodo corto de abstinencia, sino la lenta re introducción a una sexualidad saludable. En otras palabras, el verdadero trabajo de recuperación de la adicción al sexo es aprender a satisfacer las necesidades físicas y emocionales sin la representación sexual.
¿Y qué sobre la masturbación?
Un área potencialmente problemática luego de haber iniciado el periodo de la abstinencia sexual es, para muchos adictos al sexo, la masturbación. Para los adictos a la pornografia y masturbadores compulsivos, la decisión es clara – masturbación con o sin pornografia es inaceptable. Para otros adictos al sexo, la situación es menos clara. Para algunos, la masturbación puede ser parte integral del ciclo adictivo – alimentando directamente las fantasías que producen la sensación de “drogado” de la adicción al sexo, lo que actúa como una puerta de entrada a la línea base de estos comportamientos.
Para aquellos individuos la masturbación puede ser completamente un área “resbaladiza” o una conducta a la que se entra en la sobriedad. Para otros adictos al sexo, la masturbación no compulsiva puede actuar como una ayuda para la recuperación, fomentando una apropiada intimidad y contribuyendo al sentido de una sexualidad saludable y bienestar. Cada adicto al sexo es diferente, como también su tratamiento, planes y metas.
Por lo tanto es importante que todas las adicciones al sexo y a la masturbación sean discutidas con su terapeuta, el patrocinador de los 12 pasos del tratamiento para la recuperación de la adicción al sexo o su compañero, erran en su función de ayudar, cuando la situación no esta muy esclarecida.
El plan de la sobriedad sexual
En el tratamiento para la adicción al sexo, trabajamos en ayudar al cliente a definir cuidadosamente sus conductas sexuales que no contribuyen a comprometerse o que destruyen sus valores personales (fidelidad, no herir a los demás, etc.), sus valores de la vida diaria (mantener su trabajo, no ser arrestado, etc) y sus relaciones. Luego los clientes se comprometen por escrito a “un contrato de sobriedad sexual” que sólo permite los comportamientos sexuales que están incluidos en el contrato. Estos límites son construidos en conjunto con las preocupaciones y objetivos del cliente, según cómo su vida ha sido afectada en el pasado por los patrones de la conducta sexual adictiva. Mientras que el comportamiento sexual del cliente se mantenga dentro de los límites definidos, esa persona es sexualmente sobria.
En la próxima semana el Dr. Weiss nos expondrá más detalles de cómo crear un plan de sobriedad sexual, la forma de rendir cuentas a dicho plan y cuándo, y cómo tal plan puede cambiar. Los esperamos.
¿Quien es Robert Weiss?
Robert Weiss es un reconocido autor de 3 libros sobre la adicción sexual y experto en la yuxtaposición de la humanidad sexual, la intimidad y la tecnología. El también es el fundador y director del instituto de recuperación sexual y director del centro para el tratamiento de la intimidad y los trastornos sexuales.
Fuente: Sex Addicts and “Sexual Sobriety”
Imagen: Pop Culture Nerd
5 comentarios
Gracias por la información.
Gracias por la información.
Muchas gracias por tan importante articulo, quisiera seguir adquiriendo mas conocimientos por artículos como éste ¿donde los podría encontrar?
Informacion muy util, muchas gracias. :)
gracias dr por su atencion ayudeme dr
Comentarios no permitidos.