Los trastornos de la conducta alimentaria, también conocidos como TCA por sus siglas, son trastornos psicológicos de gravedad que implican cambios anormales en la ingesta de comida. Puede ser un consumo en exceso o la evitación total de los alimentos.
Sus repercusiones pueden llegar a afectar gravemente la salud física de quienes los padecen, causando patologías como fallas renales o cardiacas, entre muchas otras, que pueden llegar a enfermar seriamente a la persona e incluso causar su muerte.
El tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria requiere de la intervención de un equipo multidisciplinario para abordar las diversas problemáticas que implican, como un asesor nutricional, médicos especialistas, psicólogos y psiquiatras.
“Un exterior saludable comienza en tu interior”, Robert Urich.
Población de riesgo
Los trastornos de la conducta alimentaria no son exclusivos de un género o grupo etario. Cualquier persona puede desarrollar este tipo de patologías en cualquier momento de la vida. Sin embargo, estudios como el de Álvarez-Malé et al. (2015), publicado en Nutrición Hospitalaria, afirman que su aparición es más común en mujeres en edades comprendidas desde la adolescencia hasta la adultez.
Es posible que esto se deba al alto nivel de exigencia estética que existe hacia las mujeres, principalmente aquellas que se desempeñan en actividades como la gimnasia, el ballet, la natación, etc., en donde se espera una contextura corporal bastante delgada.
Tipos de trastornos de la conducta alimentaria
En el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, en su quinta edición (DSM-5), se encuentran recopilados todos los trastornos de la conducta alimentaria y los criterios diagnósticos de cada uno de ellos.
Entre los tipos de trastornos de la conducta alimentaria más comunes se encuentran:
Trastorno por atracón
Se presenta cuando la persona come sin control cantidades de comida que sobrepasan el consumo normal. Esto se da en un breve periodo de tiempo durante el cual se ingieren alimentos de manera compulsiva. Al terminar de comer, suelen presentarse sentimientos de vergüenza, frustración, rabia y tristeza.
Comúnmente, luego de los atracones se realizan purgas (vomitar o consumir laxantes) o se incrementa de manera desmedida la realización de actividad física en un intento de compensar la gran cantidad de alimentos que se han comido.
“La moderación es la única regla de una vida saludable. Eso significa moderación en todas las cosas sanas”, Herbert Shelton
Anorexia nerviosa
En este tipo de trastornos de la conducta alimentaria existe una marcada distorsión de la percepción de la imagen corporal junto con un miedo desproporcionado a subir de peso.
En estos casos se evita el consumo de muchos alimentos con dietas altamente restrictivas e incluso puede llegar a la evitación total del consumo de comida.
“Un cuerpo sano es una habitación de invitados para el alma; un cuerpo enfermo es una prisión”, Francis Bacon
Bulimia nerviosa
Se basa en la ingesta de grandes cantidades de comida seguida de conductas compensatorias.
Puede parecer similar al trastorno por atracones, pero para su diagnóstico es preciso que cumpla con los criterios establecidos en el DSM-5, en donde se indica que estas conductas deben presentarse al menos 2 veces por semana durante un periodo de 3 meses.
Trastorno por evitación/restricción de la ingesta de alimentos
Este tipo de patología se caracteriza por la evitación total o parcial de determinados tipos de alimentos. Se diferencia de la anorexia en tanto no existe preocupación por el peso o por la imagen corporal.
Puede presentarse con evitación a consumir alimentos con determinada textura, modo de preparación, colores, etc. y en caso de hacerlo se pueden presentar reacciones como vómitos e incluso asfixias.
“La anorexia restrictiva es una adicción que hace creer en el control cuando en realidad conduce al cuerpo a su destrucción”, Delphine DeVigan.
Trastorno de rumiación
En este tipo de trastornos de la conducta alimentaria posterior a la ingesta de comida, se presenta una regurgitación involuntaria sin esfuerzo, que puede ser precedida de la expulsión o masticación de la misma.
En una revisión de Alcalá-González (2021), publicada en Gastroenterología y Hepatología, ahondan más en el Síndrome de rumiación.
Pica
En este tipo de trastornos, la persona que lo padece suele ingerir de manera frecuente cosas que no son comida. Esto puede llevar a serias complicaciones de la salud.
Síntomas de los TCA
Dependiendo del tipo de trastornos de la conducta alimentaria que se hable, los síntomas varían, pero de manera general se pueden mencionar:
- Alteraciones en la cantidad de alimentos consumidos (ingestas exageradas/evitación de la comida).
- Malestar emocional relacionado a la ingesta de comida (puede ser posterior a comer).
- Distorsiones en la imagen o silueta corporal.
- Obsesionarse todo el día con los alimentos.
- Hacer dietas restrictivas o cantidades exageradas de ejercicios.
- Cambios en la piel, el cabello, los dientes y las uñas.
- Dolores corporales.
- Deshidratación.
- Miedo extremo relacionado al peso.
- Problemas arteriales (cambios de presión sanguínea).
- Cansancio y agotamiento.
Causas
Actualmente no se sabe cuál es la causa concreta de la aparición de los trastornos de la conducta alimentaria, sin embargo, se sabe que diversos factores interactúan e influyen en ellos, como es el caso de:
- Factores relacionados a la genética.
- Presión social.
- Traumas emocionales (conoce más sobre esta cuestión en el estudio de Cruzat et al., 2010, publicado en Psykhe).
El surgimiento de estos trastornos responde a múltiples factores intrínsecos y extrínsecos que se unen para generar un malestar significativo relacionado a la ingesta de comida.
“Cuida tu cuerpo. Es el único lugar que tienes para vivir”, Jim Rohn.
Diagnóstico
Para el diagnóstico correcto de los trastornos de la conducta alimentaria es preciso contar con un equipo multidisciplinario, encabezado por profesionales de la salud mental, quienes serán los encargados de identificar las distorsiones cognitivas en relación con la comida.
Aunado a esto se debe aplicar un examen físico para determinar el estado general de salud, junto con exámenes de laboratorio para descartar que los problemas se deban a alguna otra patología.
Tratamiento multidisciplinar
El tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria implica la participación de diversos especialistas para tratar los síntomas y sus causas. Así, es preciso contar con:
Psicoterapeuta
Será el encargado de la evaluación e intervención psicológica individual del paciente, a fin de determinar los causantes del trastorno y facilitar nuevas estrategias. Además, debe integrar a la terapia a la familia y/o pareja de la persona que sufre el trastorno.
Nutricionista
Será la persona encargada de asesorar al paciente en relación con la ingesta de comidas de manera saludable con un plan ajustado a las necesidades particulares de cada caso.
Personal médico
El personal médico y de enfermería es muy importante al momento de tratar estos trastornos, pues son los encargados de monitorear la salud física y suministrar los tratamientos necesarios para mejorar la salud.
Psiquiatra
En muchos casos de trastornos de la conducta alimentaria es precisa la aplicación de terapia medicamentosa para ayudar a sobrellevar síntomas de depresión y/o ansiedad.
Conclusión
Los trastornos de la conducta alimentaria son graves y muy frecuentes, y por ello es importante prestarles la debida atención. Esto no solo implica acceder a una atención médica para tratar los síntomas físicos, sino también pedir ayuda psicoterapéutica para poder comprender cuáles son las razones que produjeron su aparición.
Ninguna persona está exenta de llegar a padecer este tipo de trastornos mentales que puede llegar a poner en riesgo la vida. Si sientes que algo no está bien o te preocupa la salud de un familiar o amigo, busca ayuda profesional.
“La salud es un estado de completa armonía del cuerpo, la mente y el espíritu. Cuando uno está libre de enfermedades físicas y distracciones mentales, las puertas del alma se abren”, BKS Iyengar.
Referencias:
- Alcalá-González, L.G. (2021). Síndrome de rumiación, revisión crítica. Gastroenterología y Hepatología. (In Press).
- Álvarez-Malé, M.L. et al. (2015). Prevalencia de los trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes de Gran Canaria. Nutr. Hosp., 31(5).
- American Psychiatric Association –APA- (2014). DSM-5. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Madrid: Panamericana.
- Cruzat, C. et al. (2010). Significados y Vivencias Subjetivas Asociados a la Presencia de un Trastorno de la Conducta Alimentaria, desde la Perspectiva de Mujeres que lo Padecen. Psykhe (Santiago), 19(1): 3-17.