El trastorno de aprendizaje no verbal (TANV), es un trastorno que causa problemas con el procesamiento visual-espacial, a menudo pasado por alto, y que puede ser más común de lo que creemos. La prevalencia de este desorden lo convierte en uno de los trastornos de aprendizaje m´sa comunes, según surge de un estudio reciente (Margolis et al., 2020). Según los datos de esta investigación, dirigida por el Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia, estima que tal prevalencia afecta a cerca de 3 millones de niños y niñas en Estados Unidos.
Una de las problemáticas del trastorno es su denominación, ya que los niños con TANV no son personas no verbales, como señala su nombre, ni tienen dificultad para leer. Estos pequeños tienen dificultades para procesar la información sensorial visual-espacial, lo que puede causar problemas con las matemáticas, la función ejecutiva y las habilidades motoras y sociales finas.
“Los niños con este trastorno podrían evitar hacer rompecabezas o jugar con legos,” dijo la autora principal del estudio, Dra. Amy E. Margolis, quien se desempeña como profesora asistente de psicología médica en el Colegio de Médicos y Cirujanos Vagelos de la Universidad de Columbia.
“Pueden tener problemas para atarse los zapatos, usar tijeras o aprender rutas u horarios.”
Ella señala que si bien la mayoría de los padres reconocen que un niño que no habla a los dos años debe ser evaluado por un trastorno del aprendizaje, nadie piensa en la necesidad de control profesional para aquellos que tienen problemas con las tareas visuales-espaciales. A esta situación se suma que el trastorno no está incluido en la edición actual del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5) de la Asociación Americana de Psiquiatría, no se conocen las causas y no existen tratamientos. De hecho, hay poco consenso entre los médicos sobre cómo diagnosticar el trastorno.
Con el objetivo de conocer la prevalencia del trastorno, este equipo de investigación analizó tres muestras independientes de niños (de 6 a 19 años) en los EE. UU y Canadá, con un total de 2596 personas. Se consideró que cualquier niño con un déficit en el razonamiento espacial y una discapacidad en dos de los cuatro dominios (habilidades motoras finas, cálculo matemático, funcionamiento ejecutivo visual y habilidades sociales) tenía TANV. Los investigadores encontraron que del 3 al 4 por ciento de los niños en cada muestra cumplían los criterios para TANV.
“Cuando se aplica a la población estadounidense menor de 18 años, esto se traduce en aproximadamente 2.2 a 2.9 millones de niños que tienen TANV,” dijo la Dra.Katherine Keyes, coautora del estudio y profesora asociada de epidemiología en la Facultad de Salud Pública Columbia Mailman.
Muchos de los niños en el estudio que fueron identificados con TANV habían sido diagnosticados con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o trastorno de ansiedad.
“Si bien existe cierta superposición en los síntomas entre los dos trastornos, es importante distinguirlos para que podamos comenzar a desarrollar intervenciones para TANV,” afirma Margolis.
Los investigadores planean presentar una solicitud a la Asociación Americana de Psiquiatría para incluir el trastorno en la próxima (sexta) edición del DSM. También planean proponer un cambio de nombre por “trastorno del desarrollo visual y espacial,” para mejorar la comprensión y el reconocimiento del trastorno.
Margolis aconseja a los padres que busquen una evaluación para niños que presenten síntomas de TANV.
Explica que, utilizando herramientas básicas de evaluación puede lograrse el diagnóstico, guiados por los lineamientos de este estudio y del DSM-5. “Luego pueden enviar pacientes a pruebas psicológicas básicas que siempre están disponibles en las escuelas para identificar/cuantificar un problema con el procesamiento visual-espacial,” señala.
Los autores esperan que estos hallazgos sirvan para una mejor comprensión de la neurobiología del trastorno y para desarrollar mejores tratamientos.
Referencia bibliográfica:
Margolis, A. E., Broitman, J., Davis, J. M., Alexander, L., Hamilton, A., Liao, Z., Banker, S., Thomas, L., Ramphal, B., Salum, G. A., Merikangas, K., Goldsmith, J., Paus, T., Keyes, K., & Milham, M. P. (2020). Estimated Prevalence of Nonverbal Learning Disability Among North American Children and Adolescents. JAMA Network Open, 3(4), e202551. https://doi.org/10.1001/jamanetworkopen.2020.2551
Fuente: Psychcentral