Actualmente seguimos sin conocer una cura o causa definitiva para el trastorno bipolar, como ya hemos escrito antes, se cree que la combinación de tres factores contribuyen al desarrollo del trastorno: genética, desbalance químico y factores ambientales.
El problema que se da al determinar los factores ambientales es que todas las personas con trastorno bipolar tienen una historia diferente, ya que nuestro ambiente comprende todo lo que nos rodea comenzando desde el útero de nuestra madre.
Sin embargo, si pareciera que existe un patrón en relación a los factores ambientales que incrementa las probabilidades de desarrollar el trastorno. Aunque la mayoría de los factores está fuera del control del paciente.
En relación al ambiente, parecen haber 3 grandes factores de riesgo para el desarrollo de un trastorno bipolar, según un nuevo estudio que se concentró en 22 investigaciones longitudinales y fue publicado en el Journal of Affective Disorders. A continuación, enumeramos los 3 factores que encontraron:
Neurodesarrollo
Los estresores ambientales que pueden desencadenar un trastorno bipolar comienzan antes de que nazcas. El útero y por ende también el feto, están expuestos a los niveles hormonales de la madre, las medicaciones utilizadas, el consumo de alcohol o cigarrillos, las enfermedades y varios elementos más.
Dos factores importantes han sobresalido en este punto al buscar correlación con un futuro desarrollo del trastorno bipolar:
- Influenza: Si una madre contrae un resfriado durante el embarazo, especialmente en el tercer trimestre, esto aumenta las probabilidades de que su hijo desarrolle un trastorno bipolar.
- Bebé prematuro (<32 semanas): en estos casos se observa un riesgo siete veces mayor que si el bebé no fuera prematuro.
Abuso de sustancias
El uso de drogas o alcohol es riesgoso para cualquier persona diagnosticada con trastorno bipolar. Pero además, parece ser un desencadenante para el desarrollo del trastorno. La marihuana, los opioides, la cocaína, las anfetaminas y los sedantes, todos acarrean el riesgo de facilitar un primer episodio en una persona predispuesta al trastorno bipolar.
Estrés físico o psicológico
Este grupo cubre una amplia gama de posibles disparadores. Podemos considerar estrés físico a cualquier incidente desde una lesión en la cabeza hasta abuso sexual o físico. El abuso es un factor de riesgo específico para personas que han experimentado depresión mayor.
El estrés emocional también es muy significativo. Este tipo de estrés incluye problemas económicos como perder el trabajo, problemas familiares o en tu círculo social y todo tipo de pérdida emocional. Si un niño experimenta la muerte de su madre antes de los 5 años de edad, será cuatro veces más propensos a desarrollar un trastorno bipolar. El riesgo disminuye con la edad, pero sigue siendo significativo.
Todos estos son posibles escenarios que pueden llevar al desarrollo de un trastorno bipolar si tenés una predisposición. El problema es que es muy difícil señalar un solo evento culpable. Sin embargo, conocer los riesgos puede ayudar a mejorar las investigaciones y tratamientos.
Fuente: PsychCentral