Cuando las horas del día comienzan a decaer y empieza a hacer frío afuera muchas personas pueden encontrarse experimentando síntomas similares a la depresión. Para algunos los síntomas son relativamente breves. No es difícil imaginarse el ánimo de los padres en los grises días de invierno, con los chicos encerrados o enfermos y la sensación de letargo que acompaña a estos días. Para otros, sin embargo, los síntomas que sienten pueden ser muy incapacitantes.
El Trastorno Afectivo Estacional (TAE) es un tipo de depresión que se da a lo largo de una estación, generalmente el invierno, y desaparece el resto del año. Los síntomas del TAE son los mismos que presentan las personas con depresión. Pueden variar en severidad y muchas veces interfieren con las relaciones personales. Entre los síntomas se observan fatiga, estado de ánimo triste, antojos e ingesta de más dulces, pérdida de interés, dificultades para dormir, sentimientos de desesperanza o desesperación y pensamientos suicidas.
Los siguientes consejos pueden ayudar a aliviar los síntomas del TAE:
Luz solar: La falta de exposición al sol es una de las causas de TAE y tomar tanto sol como sea posible puede reducir los síntomas. Sentarse en una ventana o salir a caminar durante el día, o incluso practicar un deporte para mantenerte en movimiento y afuera, puede ayudar.
Es un tipo de depresión que se da a lo largo de una estación y desaparece el resto del año
Comida saludable: Los antojos de cosas dulces que provoca el TAE no significan que no puedas ponerte creativo y buscar recetas bajas en calorías, saludables y fáciles de preparar. Por ejemplo, en vez de comer pastel o galletitas dulces puedes hacer un postre utilizando las frutas de estación.
Tiempo con amigos y familiares: Esta es una buena forma de levantar el espíritu y evitar el aislamiento. Acurrucarse con sus hijos o sus mascotas, disfrutar una taza de té calentito con amigos o divertirse con juegos de mesa en familia. También se puede conversar con los amigos y familiares sobre cómo te afecta la estación y educarlos sobre el TAE.
Mantenerse activo: Si se conoce de antemano sobre los episodios de TAE, se pueden planificar actividades para no quedarse encerrado en la casa: unirse a un club, hacer voluntariados, caminatas, deportes, etc. Las investigaciones sugieren que el ejercicio y la planificación de actividades placenteras disminuyen el impacto del TAE.
Ayuda profesional: Si la lucha contra estos sentimientos de depresión continúa, deberías buscar la ayuda de un profesional de la salud mental, como un psicólogo por ejemplo. Este profesional puede determinar si alguien sufre de TAE y cuál es el mejor tratamiento. Hay investigaciones que sugieren que las psicoterapias, por ejemplo la terapia cognitiva conductual, son un tratamiento efectivo para el TAE y pueden tener más beneficios a largo plazo que la terapia de luz (uso diario de una lámpara brillante artificial) o antidepresivos.
Un psicólogo puede ayudarte a identificar áreas problemáticas y a desarrollar un plan de acción. Los psicólogos están entrenados para entender la conexión entre la mente y el cuerpo. Pueden ofrecer estrategias como el ajuste de objetivos para que sean más alcanzables, el cambio de conductas insalubres o el afrontamiento de cuestiones emocionales.
Fuente: APA