Realizar actividad física y mantener un estilo de vida saludable son factores fundamentales para una mejor calidad de vida, a lo largo de la vida. Hacerlo de forma habitual contribuye tanto a la salud física como a la salud mental. Sin embargo, la forma de la actividad física realizada es fundamental: un estudio reciente encontró que las personas que realizan trabajo físico duro tienen un riesgo 55% mayor de desarrollar demencia que las que realizan un trabajo sedentario. Las cifras fueron ajustadas por factores de estilo de vida y de tiempo de vida, entre otras cosas (Nabe-Nielsen et al., 2020). Con base en estos hallazgos, los investigadores instan a las autoridades sanitarias a hacer más específicas sus recomendaciones sobre la actividad física.
Estudios anteriores han sugerido que el trabajo físico duro puede tener un efecto negativo en la circulación sanguínea del corazón y, por lo tanto, también en el suministro de sangre al cerebro. Esto puede conducir, por ejemplo, al desarrollo de enfermedades cardiovasculares como presión arterial alta, coágulos de sangre en el corazón, calambres cardíacos e insuficiencia cardíaca.
¿Por qué es importante?
La importancia de la prevención radica en que los cambios en el cerebro comienzan mucho antes de que la persona abandone el mercado laboral, advierten los autores.
Otra realidad que debe ser destacada es que si bien muchos lugares de trabajo están tomando medidas para contribuir a una mejor salud de su personal, esto ocurre en la parte más educada y con mayores recursos de la población. Aquellos con una educación más corta a menudo luchan contra el sobrepeso, el dolor y la mala forma física, aunque dan más pasos durante el día y utilizan su cuerpo como herramienta en mayor medida. Para los trabajadores, no es suficiente, por ejemplo, evitar los levantamientos pesados si desean permanecer en la profesión hasta los 70 años. Las personas con una educación más corta que realizan trabajo manual también deben tomar medidas preventivas fortaleciendo la capacidad del cuerpo mediante, por ejemplo, ejercicio y entrenamiento de fuerza, advierten.
Metodología
El estudio se basa en datos del Copenhagen Male Study (CMS), que incluyó a 4721 hombres daneses, que en la década de 1970 informaron datos sobre el tipo de trabajo que realizaban a diario. El estudio incluyó a 14 grandes empresas con sede en Copenhague, siendo las más grandes DSB, la Defensa Danesa, KTAS, los Servicios Postales y la Ciudad de Copenhague.
El equipo de investigación recopiló datos sobre la salud de los participantes a lo largo de los años, incluyendo información sobre el desarrollo de las condiciones de demencia.
Las autoridades sanitarias deben diferenciar entre la actividad física realizada en el tiempo libre y la actividad física en el trabajo, ya que existen razones para creer que las dos formas de actividad física tienen efectos opuestos. De modo ilustrativo, los investigadores señalan que incluso cuando una persona fuma se tiene en cuenta la presión arterial, el sobrepeso, la ingesta de alcohol y la actividad física en el tiempo libre; el trabajo físico duro se asocia con una mayor incidencia de demencia.
Referencia bibliográfica: Nabe-Nielsen, K., Holtermann, A., Gyntelberg, F., Garde, A. H., Islamoska, S., Prescott, E., Schnohr, P., & Hansen, Å. M. (2020). The effect of occupational physical activity on dementia: Results from the Copenhagen Male Study. Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports. https://doi.org/10.1111/sms.13846
Fuente: Science Daily