Las estrategias psicoterapéuticas que se utilizan en adultos no funcionan de la misma manera con los niños. En una sesión de terapia infantil se utilizan diversos recursos y actividades (juego, dramas, marionetas, dibujos, historietas, etc.) que exigen creatividad y preparación de los psicoterapeutas para que de esta manera los conceptos y aprendizajes sean manejables según el desarrollo evolutivo de los niños.
La terapia musical es uno de los enfoques que más ha llamado la atención de terapeutas y padres que buscan alternativas a los tratamientos de los niños y adolescentes. Pero, más allá de las buenas intenciones debemos preguntarnos si es un recurso realmente efectivo para tratar las necesidades de los niños.
mostraron una pequeña mejoría EN la autoestima y en los síntomas depresivos
La Universidad de Bournemouth y la Universidad de Queens en Belfast condujeron un estudio, según ellos el más grande a la fecha, para probar la efectividad de la terapia musical en niños y adolescentes, que nos ayudará a dilucidar un poco el camino de este interesante recurso.
En el interesante estudio participaron 251 niños diagnosticados con trastornos del desarrollo, problemas conductuales y emocionales, que recibieron tratamiento tradicional provisto por los centros de salud, y 123 niños que recibían el tratamiento tradicional sumado a doce sesiones semanales de terapia musical.
Al evaluar los resultados demostraron, una semana después de la fase de intervención, que los niños que recibieron terapia musical no mostraron mejorías en las habilidades de comunicación ni de interacción social.
Pero el panorama cambió un poco cuando se evaluaron únicamente los resultados en los adolescentes que tenían de 13 años en adelante. En este grupo si se encontraron mejorías en las áreas de comunicación e interacción.
En términos de efectos secundarios, los resultados de las escalas autoadministradas mostraron una pequeña mejoría en la autoestima y en los síntomas depresivos en todos los niños que recibieron la terapia musical. Lamentablemente, estos efectos no se mantuvieron en la segunda evaluación post intervención que se realizó 26 semanas después.
Estos efectos no se mantuvieron en la segunda evaluación post intervención
Los autores del estudio no se desaniman y explican que los resultados fugaces en torno a la autoestima y la depresión merecen mayor exploración que permita desarrollar otras versiones de terapia musical que puedan incrementar sus efectos.
“Este estudio es muy significativo en términos de determinar la efectividad de los tratamientos para niños y jóvenes diagnosticados con problemas de conducta y necesidades mentales, ” explicó Sam Porter, director de la investigación.
Entonces, podemos concluir que la terapia musical es un recurso interesante, con potencial, pero todavía no es muy convincente y no debe ser la principal herramienta terapéutica para usar dentro del ámbito clínico.
La investigación completa está disponible en el Journal of Child Psychology and Psychiatry.
Fuente: Psychcentral