Existen miles de teorías conspirativas y noticias falsas dando vueltas en internet. Algunas son inofensivas y pasan desapercibidas, pero otras son muy peligrosas y ponen en riesgo la salud de millones de personas.
Las personas que defienden y comparten las teorías conspirativas suelen considerarse como pensadoras y críticas de las verdades impuestas por los intereses económicos o políticos. Curiosamente un nuevo análisis, publicado en la revista Applied Cognitive Psychology, sostiene todo lo contrario: las personas con bajos niveles de pensamiento crítico son las más propensas a creer en teorías conspirativas y noticias falsas.
La investigación francesa estuvo compuesta por dos estudios similares:
Primer estudio
En una primera instancia participaron 86 personas que completaron una escala para medir sus creencias sobre teorías conspirativas (Generic Conspiracist Beliefs Scale).
Después realizaron una prueba de pensamiento crítico que consistió en leer una carta enviada por un lector al editor de un periódico que argumentaba que se debía prohibir el estacionamiento nocturno de un área particular de la ciudad. Luego le pidieron a los participantes que respondieron a cada uno de los párrafos de la carta, evaluaran la relevancia de los argumentos y que valoraran la carta en su conjunto. Y finalmente les solicitaron que escribieran sus propias respuestas en forma de una carta al editor.
Todas las respuestas fueron evaluadas por expertos en pensamiento crítico con el fin de que identificaran argumentos válidos y explicaciones precisas que evitaban la sobregeneralización y otros sesgos de pensamiento.
Al comparar las respuestas, los jueces encontraron que los participantes con mayor nivel de pensamiento crítico, eran los menos propensos a creer en teorías conspirativas.
Sin embargo, debido a que la muestra era pequeña, los resultados no alcanzaron los requisitos para considerarse estadísticamente significativos. Así que los investigadores decidieron realizar un segundo estudio de réplica.
¿Qué es el pensamiento crítico?
El pensamiento crítico se caracteriza por un proceso que analiza la evidencia y argumentos de forma racional, escéptica y sin sesgos. Es un proceso intelectual disciplinado y riguroso donde se conceptualiza, aplica, analiza, sintetiza y evalúa hábilmente la información obtenida por la observación, razonamiento o la comunicación (Scriven & Paul, 2007).
Segundo estudio
El segundo estudio tuvo una muestra más grande de 252 personas a las que se le aplicó básicamente el mismo procedimiento, pero con leves modificaciones: la prueba de pensamiento crítico se realizó en computadora en vez de lápiz y papel; hicieron pequeños ajustes en la carta del lector para rectificar ciertas ambigüedades; y agregaron una escala subjetiva para evaluar la percepción de los participantes sobre sus propias habilidades de pensamiento crítico.
Los resultados fueron congruentes con el primer estudio: las personas con altos niveles de pensamiento crítico fueron las menos propensas a creer en teorías conspirativas. Pero lo más interesante de esta segunda parte fue que se hizo evidente que las personas proclives a creer en teorías conspirativas no son conscientes de sus propias habilidades de pensamiento crítico y suelen exagerarlas.
Los autores de la investigación escriben que este último resultado tiene mucho sentido, considerando que el argumento característico de los defensores de las teorías de conspiración a menudo se auto perciben como “verdaderos críticos” o “pensadores libres” que ven la “verdad” que otros ignoran.
Conclusión
Existen diversos factores que se vinculan con las creencias de teorías conspirativas como el nivel educativo, la necesidad de reconocimiento y ahora el nivel de pensamiento crítico. Esta relación hace evidente la necesidad de implementar iniciativas que promuevan y desarrollen las habilidades de pensamiento crítico en toda la población, empezando desde la educación básica, ya que permitirán a las personas comportarse de manera informada y autónoma.
Debemos resaltar que confrontar a una persona que cree en teorías conspirativas e informarle que sus habilidades de pensamiento crítico son pobres, no es una buena alternativa. Eso solo logrará que se consolide en su postura y provocará menos flexibilidad a la hora de revisar los datos y otros tipo de evidencia que refuten sus teorías. Una mejor estrategia consiste en escuchar sin menospreciar la información que comparte la persona e incentivar por medio de preguntas, la curiosidad, escepticismo y pensamiento crítico. Aquí hay un buen artículo de la BBC con algunas recomendaciones útiles que te pueden ayudar también en este proceso.
Referencias bibliográficas:
- Lantian, A., Bagneux, V., Delouvée, S. & Gauvrit, N. (2021). Maybe a free thinker but not a critical one: High conspiracy belief is associated with low critical thinking ability. Applied Cognitive Psychology, 35(3), 674-684. https://doi.org/10.1002/acp.3790
- Scriven, M. & Paul, R. (2007). Defining Critical Thinking. The critical thinking community: foundation for critical thinking.
Fuente: BPS