El Instituto de Investigación sobre Adicciones de la Universidad de Buffalo encontró que los adolescentes con un padre con adicción al alcohol tienen más riesgo de involucrarse en conductas agresivas hacia su pareja cuando son adolescentes.
La muestra estuvo compuesta por 144 adolescentes que participaron en el estudio y que fueron reclutados desde que tenían 12 meses de edad. A todos se les aplicó una serie de pruebas y seguimientos para conocer los factores ambientales, económicos y de crianza.
Las madres que tenían una pareja con adicción al alcohol tendían a sufrir de depresión y, en consecuencia, eran menos amorosas y sensitivas con sus hijos
Al analizar los resultados se identificó que las madres que tenían una pareja con problemas de adicción al alcohol eran más propensas a sufrir de depresión y en consecuencia eran menos sensibles y a las necesidades de sus hijos. Esta falta de calidez y contacto con sus hijos pudo interferir drásticamente con el desarrollo de la autorregulación emocional, lo que a su vez explicaría los problemas de conducta y agresividad que desarrollarían con sus parejas en la adolescencia.
Parece que el circulo vicioso del maltrato y abuso familiar se perpetua al no ofrecerle a los niños las habilidades necesarias para su desarrollo. La manera más eficaz de prevenirlo se encuentra en las intervenciones temprana que tomen como eje de su tratamiento la crianza no coercitiva y el entrenamiento de la autorregulación.
Una buena relación y crianza entre los padres y sus hijos puede cambiar el mundo. De eso no hay duda.
El estudio completo está disponible en la revista Journal of Youth and Adolescence.
Fuente: University of Buffalo