Todos cometemos errores, y de hecho muchas investigaciones han indagado sus repercusiones en cuanto al progreso académico o laboral. Pero la vida no se limita a esos aspectos, por lo que un equipo de investigadores estudió qué ocurre con los errores cuando intentamos vincularnos con otras personas. El humor fue el canal perfecto para enmarcar la pregunta “¿cómo responden las personas a los errores que cometemos cuando nos esforzamos por entablar una amistad, un vínculo?” Y encontraron algo interesante: los hombres suelen ser juzgados con más dureza por los errores en el humor (procurar ser gracioso o hacer un chiste y fallar en el intento) que las mujeres. ¿Por qué? Según los autores, la gente asume que los hombres usan el humor para verse mejor, lo que lleva a las evaluaciones más duras cuando sus bromas fracasan (Reich et al., 2021).
Qué metodología usaron
Para la investigación, el equipo realizó una serie de estudios experimentales en los que los participantes leían sobre un hombre o una mujer que fallaban cuando procuraban usar el humor. La muestra estuvo compuesta por 5400 personas norteamericanas.
La lectura era acerca de un hombre o una mujer que intentaba hacer bromas toda la noche y fallaba, durante una primera cita que su pareja no parecía disfrutar.
Qué encontraron
Los participantes tendían a calificar a la persona como más agradable, más competente y más divertida cuando era descrita como mujer comparada a cuando era descrita como hombre. Sin embargo, cuando los chistes fueron presentados como exitosos, no hubo diferencia en las calificaciones entre hombre y mujer.
Los hombres que usaron el humor sin éxito durante la primera cita también fueron vistos como menos atentos que las mujeres que usaron el humor sin éxito, “lo que llevó a la percepción de que las fallas de humor de los hombres eran errores de mayor magnitud, lo que en última instancia disminuyó la simpatía con el hombre y la percepción de competencia”, explicaron los investigadores.
Las intenciones percibidas jugaron un papel importante. Los participantes tendían a ver los intentos de humor de las mujeres como un medio para conectarse con los demás, mientras que los intentos de humor de los hombres eran vistos como un medio para verse mejor.
Pero, cuando se describió explícitamente a las mujeres que intentaban hacer bromas para verse mejor ellas mismas, su competencia y agrado cayeron a niveles proporcionales a los de los hombres que intentaban mejorar su propia imagen.
Reich y sus colegas descubrieron que este efecto también existía fuera de los contextos de citas. Las fallas de humor de los hombres en el lugar de trabajo tendían a ser juzgadas con más dureza que las fallas de humor de las mujeres. Pero estas no son diferencias de género estrictas, señalan los autores. Se trata más de la motivación con que otros piensan que se usó el humor. Por defecto, la gente suele asumir que los hombres están tratando de lucirse incluso con sus bromas, mientras que las mujeres tienen intenciones más nobles incluso si su broma no causa gracia.
En base a esto, cuando se comunica de forma clara que la broma fallida fue un intento honesto por vincularse, cualquiera puede ser perdonado. Pero cabe señalar que las bromas estudiadas fueron simplemente bromas que no eran graciosas, no bromas inapropiadas u ofensivas.
Referencia: Reich, T., Maglio, S. J., & Fulmer, A. G. (2021). No laughing matter: Why humor mistakes are more damaging for men than women. En Journal of Experimental Social Psychology (Vol. 96, p. 104169). https://doi.org/10.1016/j.jesp.2021.104169
Fuente: Psypost