Más allá de las medidas de distanciamiento social que respetamos actualmente, muchas personas se sienten solas o viven en soledad prolongada. Diversos estudios han relacionado esto con resultados perjudiciales para la salud física, así como con comportamiento suicida. La terapia cognitivo conductual (TCC) ha mostrado el mayor potencial para el tratamiento de la soledad, y recientemente, la TCC basada en internet ha sido utilizada como herramienta para tales intervenciones. Según un nuevo estudio, los adultos que participaron en un programa de terapia cognitivo conductual basada en Internet (TCCI) para tratar la soledad informaron una disminución significativa en la soledad que perduró dos años después (Käll et al., 2020).
Anton Käll y sus colegas realizaron el seguimiento de un estudio inicial (Käll et al., 2020) que demostró la efectividad de las intervenciones de TCCI diseñadas para abordar la soledad. En el estudio de seguimiento, los investigadores quisieron saber si la TCCI puede reducir efectivamente la soledad a largo plazo y si las técnicas aprendidas durante la intervención juegan un papel en su efectividad.
El estudio inicial incluyó a 73 adultos con puntajes superiores a 40 en la escala de soledad de la UCLA, que “informaron angustia subjetiva vinculada a una experiencia duradera de soledad.” Los participantes fueron asignados aleatoriamente a un tratamiento de TCCI de 8 semanas (36 sujetos) o a una condición de lista de espera (37 sujetos) donde recibirían tratamiento TCCI solo al finalizar el estudio.
La intervención TCCI incluyó 8 módulos que abordaron la soledad utilizando técnicas cognitivas y conductuales e incluyeron tareas para la casa. “El enfoque principal de la intervención fue identificar lo que podría constituir un contacto social valioso para el participante en cuestión, aumentar los comportamientos que podrían lograr este contacto y abordar los obstáculos que podrían dificultar esta realización (por ejemplo, pensamientos automáticos negativos, sensibilidad al rechazo),” describen los autores.
Los resultados del estudio inicial mostraron que el grupo de tratamiento TCCI mostró puntuaciones de soledad significativamente más bajas en comparación con el grupo de lista de espera.
Para determinar si estos efectos positivos se mentendrían a largo plazo, el estudio de seguimiento se realizó dos años después del período de tratamiento inicial. Cuarenta y cuatro de los sujetos originales participaron en el seguimiento y fueron reevaluados en cuanto a soledad, calidad de vida, ansiedad generalizada, depresión y ansiedad social. También se les preguntó sobre el uso de técnicas de tratamiento y el uso de psicoterapia adicional.
Los resultados del estudio de seguimiento revelaron una disminución de la soledad durante el período posterior al tratamiento hasta el seguimiento. Los participantes también mostraron un aumento significativo en la calidad de vida y una disminución significativa en la ansiedad social. Para casi el 60% de los participantes de seguimiento, los puntajes de soledad indicaron un cambio estadísticamente confiable de la evaluación previa al tratamiento.
“En comparación con el efecto a largo plazo de otras intervenciones TCCI resumidas por Andersson et al. (2018) los tamaños de los efectos en el presente estudio estaban en el rango inferior. En resumen, si bien los efectos del tratamiento se mantuvieron a lo largo del tiempo, parecen ser más bajos que el efecto promedio de intervenciones de internet comparables para otras afecciones,” dicen los autores.
Luego, los investigadores analizaron el uso, por parte de los sujetos, de las técnicas que habían aprendido durante el tratamiento. El uso de estas estrategias fue relativamente bajo, y los participantes informaron que usaron solo 2.84 técnicas en promedio durante el período de seguimiento. Además, ninguna técnica se asoció con un cambio confiable a lo largo del estudio.
El uso poco frecuente de estrategias podría indicar que los sujetos no tuvieron la oportunidad de usar ciertas técnicas o que simplemente no las recordaron. Los investigadores dicen que “se justifica realizar más investigaciones para ayudar a aclarar si el ensayo y el uso de las técnicas realmente ayudan a lograr resultados duraderos en TCCI.”
Dentro de las limitaciones de la investigación se señala el tamaño pequeño de la muestra y una escasez de puntos de evaluación durante el período de seguimiento. Son necesarios más estudios para evaluar sus hallazgos. Aún así, estos resultados brindan apoyo para el tratamiento con TCCI en la reducción a largo plazo de la soledad.
Referencia bibliográfica:
Käll, A., Backlund, U., Shafran, R., & Andersson, G. (2020). Lonesome no more? A two-year follow-up of internet-administered cognitive behavioral therapy for loneliness. En Internet Interventions (Vol. 19, p. 100301). https://doi.org/10.1016/j.invent.2019.100301
Käll, A., Jägholm, S., Hesser, H., Andersson, F., Mathaldi, A., Norkvist, B. T., Shafran, R., & Andersson, G. (2020). Internet-Based Cognitive Behavior Therapy for Loneliness: A Pilot Randomized Controlled Trial. Behavior Therapy, 51(1), 54-68. https://doi.org/10.1016/j.beth.2019.05.001
Fuente: Psypost