Una de las principales funciones de las emociones en el desarrollo del ser humano es intervenir favorablemente en la transición desde la infancia a una adultez feliz y en perfecta armonía.
No poder expresar ni autorregular las emociones de un modo adecuado es uno de los principales problemas que afectan a la sociedad, debido a que si la represión de las emociones se prolonga en el tiempo, repercutirá a la larga en el equilibrio del individuo consigo mismo y con el entorno con el que convive.
Cada vez son más evidentes las diferencias que separan al patrón tradicional socio-familiar-laboral y el modelo que impera en nuestra sociedad actual.
Buen análisis de Clotilde Sarrió sobre la importante función de la educación emocional en los niños.