Si hablamos específicamente del ámbito laboral, la relación que tengas con tu jefe es, probablemente, la que más puede afectar tu bienestar personal. La forma en que una persona subordinada es dirigida por su superior puede determinar su rendimiento, su compromiso con la empresa y su nivel de autoconfianza. Frecuentemente, los trabajadores informan que una de las razones más importantes por las que dejan un trabajo es su jefe.
Un jefe con tendencias narcisistas suele dar una buena primera impresión, sin embargo, sus verdaderos rasgos se ven expuestos con el tiempo, revelando que su interés por los demás tiende a ser superficial, y que se preocupan sobre todo por ellos mismos (Watts et al., 2013). Hay quienes caracterizan al “liderazgo tóxico” como aquel ejercido con nula receptividad de comentarios, mentiras o inconsistencias, autocracia, manipulación, intimidación, acoso y narcisismo.
Estudios recientes han encontrado que uno de los grandes problemas de los jefes narcisistas es que no cuentan con las herramientas para desarrollar buenas relaciones con sus empleados, sostenibles en el tiempo, ya que su comportamiento tiende a ser egoísta y su desprecio por los demás erosiona la base de todas las relaciones buenas: la confianza (Hamstra, et al., 2021).
Las personas narcisistas se consideran más importantes, talentosos y atractivos que los demás, pero también se sienten inseguros de sí mismos y tienen una gran necesidad de ser admirados. De forma simultánea anhelan la reafirmación y validación de su autoimagen inflada por parte de otras personas, y se sienten con derecho a atención y admiración.
Esta dualidad de anhelar y sentirse con derecho a la admiración lleva a los individuos narcisistas a considerarse a sí mismos nacidos para ser líderes y a sentirse con derecho a posiciones de liderazgo, posiciones en las que pueden ser vistos y admirados (Grapsas et al., 2020).
El liderazgo narcisista se caracteriza por el egoísmo, comportarse como si se tuviera prerrogativas, la arrogancia y la explotación de otras personas en beneficio personal (Rosenthal & Pittinsky, 2006).
Desafortunadamente, tendemos a interpretar el exceso de confianza de un individuo narcisista como una señal de que, de hecho, es competente y que sería un buen líder. Los narcisistas cautivan a los demás con su seductor encanto, su visión audaz y su inquebrantable confianza en sí mismos. Todo esto, combinado con sus buenas primeras impresiones, los llevan a ascender jerárquicamente y, como resultado, los rasgos narcisistas son relativamente comunes entre los jefes
Entonces, la aspiración de los narcisistas por puestos de liderazgo combinada con las buenas primeras impresiones que hacen puede hacer que suban en las jerarquías, lo que da como resultado que los rasgos narcisistas sean relativamente comunes entre los jefes (Grijalva et al., 2013).
Pero un liderazgo eficaz requiere desarrollar relaciones de colaboración, reciprocidad y confianza con los demás, y la evidencia muestra que los jefes narcisistas son considerados menos confiables por quienes trabajan para ellos. Esto se debe a que desarrollar la confianza requiere integridad y preocupación por los otros, y nada de esto es natural para las personas narcisistas quienes tienden a anteponer sus propios intereses sobre los de los demás e incluso no tienen problema en pisotear a otros cuando sea necesario para lograr un beneficio personal. Consecuentemente, un jefe narcisista y poco confiable hará que las personas se sientan inseguras para tomar riesgos, cometer errores y expresarse abiertamente.
¿Se puede detectar a un narcisista?
Existen diversas pruebas de selección utilizadas en los reclutamientos organizacionales que procuran detectar a las personas con estos rasgos para evitar asignarlos a puestos de liderazgo. Y, desde luego, las personas narcisistas no son tímidas en admitir que quieren ser admiradas o incluso que pasan por alto los intereses de los demás. De hecho, en general, los narcisistas no se presentan como agradables o modestos (Paulhus & John, 1998). Sin embargo, los narcisistas no son incompetentes y tienen la capacidad de aprender que pueden ser aún más efectivos en la consecución de sus metas egoístas si se presentan de una manera socialmente aceptable o, en otras palabras, si camuflan su falta de interés.
Un hallazgo constante es que algunos jefes narcisistas desarrollan técnicas para manejar la impresión que otros tienen de ellos: buscan activamente comportarse de manera que los haga parecer sinceros a los demás. Cuando tienen éxito con estas técnicas, los empleados tienden a percibirlos como más confiables que sus contrapartes altamente narcisistas que no utilizan técnicas para manejar las impresiones de los demás y, debido a esto, sus empleados se sienten más seguros para expresarse abiertamente.
¿Cómo es el falso interés?
Puede ser difícil distinguir cuando alguien está fingiendo interés o lo está demostrado de forma genuina, sin embargo hay ciertas pistas que pueden servir de guías. En general, el hecho de que los individuos narcisistas necesiten aprender a dar a los demás la impresión de que les importan, significa que no pueden depender del comportamiento y las respuestas espontáneas. Esto quiere decir que es probable que su comportamiento aparentemente sincero parezca incómodo o guionado.
Por ejemplo, es probable que alguien que realmente se preocupe por ti te pregunte espontáneamente cómo estás y qué hay de nuevo en tu vida. Es menos probable que una persona a la que no le importes realmente, te lo pregunte de forma espontánea. Es más, puede ocurrir que sólo te hagan estas preguntas después de tí porque tu pregunta les recuerda que deben expresar interés recíproco. Además, es poco probable que te hagan preguntas de seguimiento después de haber mostrado su comportamiento superficialmente afectuoso. Después de todo, no están realmente interesados en ti.
Por otro lado, es probable que alguien que se preocupe de verdad escuche y sea más empático. Por el contrario, si te encuentras contando una historia sobre tu propia experiencia y la experiencia de repente parece ser sobre el otro, su respuesta aparentemente empática a tu historia podría ser solo una oportunidad para que esta persona cuente una historia sobre sí mismo. Del mismo modo, es posible que su reacción a tu historia no sea empática en absoluto, sino superficial y solo se ciña a los hechos.
Sin embargo, al mismo tiempo, si solo te dejan hablar y nunca comparten sus vivencias ni se relacionan con lo que estás diciendo, es muy posible que te hayan hecho creer que están interesados en ti, pero en realidad no les importa lo que estás compartiendo. Es probable que alguien que se preocupe por ti y sea digno de confianza también exprese su confianza compartiendo sobre su propia vida, por ejemplo, porque es probable que las personas confiables vean las relaciones como una calle de doble sentido.
La mayoría de las personas tienen una inclinación natural a confiar en otros que muestran signos de afecto, por lo que somos vulnerables a la suposición de que los narcisistas tienen buenas intenciones, especialmente aquellos narcisistas que se esfuerzan por parecer sinceros. Cierta conciencia de este efecto y de las formas en que podríamos reconocer el falso interés es útil para proteger a las personas bien intencionadas de ser explotadas y manipuladas.
Referencias:
- Grapsas, S., Brummelman, E., Back, M. D., & Denissen, J. J. A. (2020). The «Why» and «How» of Narcissism: A Process Model of Narcissistic Status Pursuit. En Perspectives on Psychological Science (Vol. 15, Número 1, pp. 150-172). https://doi.org/10.1177/1745691619873350
- Grijalva, E., Harms, P., Newman, D. A., & Gaddis, B. (2013). Narcissism and Leadership: A Meta-Analytic Review of Linear and Nonlinear Relationships. En Academy of Management Proceedings (Vol. 2013, Número 1, p. 11731). https://doi.org/10.5465/ambpp.2013.11731abstract
- Hamstra, M. R. W., Schreurs, B., Jawahar, I. M., Laurijssen, L. M. y Hunermund, P. (2021). Manager narcissism and employee silence: A socio-analytic theory perspective. Journal of Occupational and Organizational Psychology, 94, 29–54. https://bpspsychub.onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1111/joop.12337
- Paulhus, D. L., & John, O. P. (1998). Egoistic and Moralistic Biases in Self‐Perception: The Interplay of Self‐Deceptive Styles With Basic Traits and Motives. En Journal of Personality (Vol. 66, Número 6, pp. 1025-1060). https://doi.org/10.1111/1467-6494.00041
- Rosenthal, S. A., & Pittinsky, T. L. (2006). Narcissistic leadership. En The Leadership Quarterly (Vol. 17, Número 6, pp. 617-633). https://doi.org/10.1016/j.leaqua.2006.10.005
- Watts, A. L., Lilienfeld, S. O., Smith, S. F., Miller, J. D., Keith Campbell, W., Waldman, I. D., Rubenzer, S. J., & Faschingbauer, T. J. (2013). The Double-Edged Sword of Grandiose Narcissism. En Psychological Science (Vol. 24, Número 12, pp. 2379-2389). https://doi.org/10.1177/0956797613491970
Fuente: Psypost