Muchos consideran que una noche de sueño perdido no puede recuperarse, pero un estudio publicada en la revista The Journal of Clinical Endriology & Metabolism, nos ofrece nueva evidencia que apoya la teoría que un par de siestas de 30 minutos podrían revertir los estragos hormonales causados por la falta de sueño.
Este descubrimiento se desprende de un proceso de investigación que contó con 11 hombres sanos que fueron sometidos a dos sesiones de sueño en laboratorio, donde se controló el momento de sueño y despertar, las condiciones de luz y la ingesta calórica. En la primera sesión, los hombres solo durmieron dos horas y luego los investigadores les tomaron muestras de orina y saliva para medir los cambios hormonales. En la segunda sesión, los hombres también durmieron 2 horas pero se agregaron dos siestas de 30 minutos al día siguiente y se volvió a medir sus niveles hormonales.
Se encontró, cuando los hombres durmieron 2 horas y sin siestas, un incremento de 2.5 en la norepinefrina, la hormona y neurotransmisor que responde al estrés y que puede producir mayor frecuencia cardíaca, presión sanguínea y bajos niveles de la proteína interleukina-6, un componente crítico para el buen funcionamiento del sistema inmune. Por otro lado, no se encontraron diferencias significativas en los niveles hormonales y de proteínas cuando disfrutaron de las 2 siestas.
Estos resultados sugieren que tomar un par de siestas, después de una noche con poco sueño, podría restablecer los altos niveles hormonales y evitar problemas de salud.
Pero antes de que uses este artículo como excusa para quedarte hasta las 4 de la mañana viendo tu serie, favorita pensando que al día siguientes repondrás las horas del sueño, recuerda que este estudio es muy pequeño y todavía faltan más datos que nos ofrezcan una respuesta más concreta. Además, la falta de sueño afecta otros procesos que no fueron considerados en este estudio, como por ejemplo: el aprendizaje, la memoria, el juicio, la atención y la resolución de problemas. Así que por favor trata de dormir de 7 a 9 horas en la noche, que es lo que el cuerpo de un adulto necesita.
Fuente: Time