Actualmente disfrutamos de los diversos beneficios brindados por las distintas tecnologías que, a su vez, son desarrolladas para la satisfacción de intereses y necesidades de los miembros de la población mundial. Existen ciertos productos tecnológicos que, si bien no tienen un fin inmediato de colaboración con la salud humana, pueden ser utilizados con ese objeto mediante la implementación de variadas estrategias. De acuerdo con una nueva revisión sistemática de Cochrane, obtener soporte para dejar de fumar a través de mensajes de texto y video, puede ayudar a los fumadores a abandonar el hábito. Los autores de la revisión encontraron que las personas eran más propensas a mantenerse alejados de los cigarrillos durante un período de seis meses si recibían mensajes de motivación y consejos en sus teléfonos móviles.
Los mensajes de texto se utilizan actualmente por servicios de salud para enviar recordatorios de citas y animar a la gente a mantenerse en programas de tratamiento. Los teléfonos móviles pueden ofrecer una solución de bajo costo para la prestación de servicios para dejar de fumar. Sin embargo, una anterior revisión sistemática de los investigadores de Cochrane, publicada en 2009 identificó sólo dos ensayos basados en programas por medio de teléfonos móviles y no encontró una mejora a largo plazo de las tasas de abandono.
La nueva revisión incluye datos de tres estudios adicionales y arriba a una conclusión diferente. En total, los investigadores analizaron los resultados de cinco estudios en los que más de 9.000 personas que intentaron dejar de fumar, recibieron tanto mensajes motivacionales como consejos para dejar de fumar varias veces al día o control. En algunos estudios se incorporaron elementos interactivos, tales como encuestas, y proveyeron mensajes extra para ayudar a vencer los antojos. En un estudio, se enviaba diariamente a los participantes enlaces de vídeos cortos con un modelo a seguir luego de que intentaban dejar de fumar, con el objetivo de promover algunas de sus estrategias. Los que estaban en grupos de control recibieron mensajes de texto con menos frecuencia, o se les dio información online o soporte por teléfono.
Hubo alguna variación entre los resultados de los estudios, pero los estudios más grandes y más recientes mostraron amplias mejoras en las tasas de abandono después de los seis meses. En general, los investigadores estimaron que los programas de telefonía móvil podrían casi duplicar las probabilidades de dejar de fumar por al menos seis meses desde el 4-5% en los grupos de control al 6-10% en los grupos de intervención.
“Los programas de telefonía móvil parecen ser una opción útil para ofrecer a quienes quieren dejar de fumar”, dijo la investigadora principal, Robyn Whittaker, del National Institute for Health Innovation de la Universidad de Auckland, en Auckland, Nueva Zelanda. “El ensayo más grande que hemos incluido en esta revisión, que involucró a 5.800 personas en el Reino Unido, se puede considerar definitivo. Cuando menos, esto muestra la eficacia de una intervención a través de teléfonos móviles en un país desarrollado con una buena política de control del tabaco. Sin embargo, no podemos decir que todas las intervenciones de mensajería de texto serán efectivas en todos los contextos.”
En la actualidad, no existe evidencia publicada acerca de la efectividad-costo de los servicios para dejar de fumar realizados vía mensaje de texto. Sin embargo, los autores sugieren que el ahorro de costos es probable. “Si, como se desprende de nuestro análisis, podemos ayudar a igual número de personas a dejar de fumar a menores costos que las líneas de apoyo telefónico, entonces los servicios basados en la telefonía móvil deberían ser efectivos por el costo”, dijo Whittaker.
Los autores creen que una prueba más derivará de otros siete ensayos a largo plazo que están actualmente en marcha. En esta etapa, ninguno de estos ensayos han considerado los smartphones, pero los autores sugieren que la investigación sobre los posibles beneficios de las aplicaciones de smartphones también se justifica ya que los efectos pueden ser muy diferentes.
Fuentes: Science Daily; Wiley; Cochrane.