Para quienes practican el deporte-ciencia conocido como ajedrez, el entrenamiento intenso y constante ha sido una variable fundamental a lo largo de muchos años, sin embargo, a la hora de medir resultados, incluso los jugadores que han pasado largo tiempo entrenando son susceptibles de obtener un mal desempeño en los torneos.
Es entonces cuando surge la pregunta: ¿qué estoy haciendo mal?
De acuerdo con un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Michigan (MSU), la inteligencia juega un rol importante a la hora de definir el grado de habilidad ajedrecística de una persona.
Los resultados indican que la capacidad cognitiva se vincula con un mejor desempeño en la ejecución durante una partida de ajedrez y que, contrario a lo se pensaba anteriormente, el entrenamiento intensivo no determina por sí solo la destreza de un jugador.
“El ajedrez es probablemente el campo más estudiado en la investigación sobre la experiencia, sin embargo, la evidencia de la relación entre la habilidad de ajedrez y la capacidad cognitiva es mixta”, menciona Alexander Burgoyne, autor principal del estudio.
“Analizamos medio siglo de investigaciones sobre la inteligencia y la habilidad de ajedrez y se encontró que la capacidad cognitiva contribuye de manera significativa a las diferencias individuales en la habilidad de ajedrez.”
Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista científica Intelligence y provienen del Zach Hambrick’s Expertise Lab, centro de estudios de la MSU.
“Cuando se trata de la experiencia, la formación y la práctica son sin duda piezas claves del rompecabezas”, explica Hambrick, profesor de psicología de la MSU. “Pero este estudio muestra que para el ajedrez, al menos, la inteligencia es otra pieza importante del rompecabezas.”
Para la realización del estudio, se llevó a cabo un meta-análisis con base en un estimado de 2.300 artículos académicos en busca de investigaciones previas que incluyeran una forma de medir la capacidad cognitiva de los jugadores y su desempeño en el ajedrez. La muestra final incluyó 19 estudios con un aproximado de 1.800 participantes.
“El meta-análisis representa el primer intento de los investigadores para estudiar sistemáticamente la evidencia científica disponible sobre el vínculo existente entre el intelecto y la habilidad en ajedrez”, sostiene Burgoyne.
Los resultados del estudio señalan que la inteligencia se relaciona directamente con una mayor o menor habilidad en el ajedrez, principalmente entre los jugadores más jóvenes y entre aquellos que están en los niveles más bajos de habilidad ajedrecística.
Esto puede deberse a que los jugadores de niveles superiores representan una distribución que se encuentra por encima de la capacidad cognitiva del resto, o en palabras de Hambrick:
“Un genio puede convertirse en un jugador experto de ajedrez con relativa facilidad, mientras que a una persona con una inteligencia promedio puede que le tome más tiempo. Pero no todo está perdido para los jugadores con una inteligencia promedio que practican constante e intensamente, ya que, a medida que continúan practicando, sigue desarrollándose su habilidad para el juego y es posible que consigan eludir las posibles limitaciones de una capacidad cognitiva promedio”.
En un estudio anterior, Hambrick y su equipo de trabajo encontraron que la memoria de trabajo (una habilidad cognitiva relacionada con la inteligencia general) predice el éxito en la lectura de los pentagramas musicales a primera vista, incluso entre los pianistas altamente experimentados.
Fuente: Psypost