Los estudios de envejecimiento biológico indican que las personas no envejecen al mismo ritmo. Una tasa de envejecimiento biológico más lenta se asocia con mejor salud en comparación con pares de la misma edad cronológica, determinada por la fecha de nacimiento. Un análisis de datos del Estudio Longitudinal de Salud y Jubilación de China (CHARLS), centrado en personas mayores de 45 años, informó que los factores psicológicos, como sentirse solo o sentirse infeliz, suman 1,65 años a la edad biológica. Se encontró que este efecto era más fuerte que los del sexo biológico, el área de vivienda, el estado civil y el tabaquismo (Galkin et al., 2022).
Qué metodología usaron
Para estudiar el ritmo del envejecimiento, los científicos han desarrollado “relojes de envejecimiento”, consistentes en modelos matemáticos que permiten medir la edad biológica. Estos relojes combinan datos sobre varios parámetros de salud y condiciones médicas para producir predicciones acerca de la edad biológica. Además de las enfermedades y las condiciones médicas, los estudios que utilizan relojes de envejecimiento han explorado hasta ahora formas de influir en el envejecimiento biológico a través del ejercicio, la dieta y los suplementos dietéticos. El estado emocional resultó ser un factor de confusión importante para medir el ritmo del envejecimiento que, por lo tanto, debe ser tenido en cuenta.
El equipo de investigación usó su reloj de envejecimiento para examinar los datos de los participantes del estudio CHARLS, que cuenta con una muestra a nivel nacional de la población china mayor de 45 años, y recopila información sobre el estado social y económico de los encuestados, su historial de salud, biometría y datos de muestras de sangre.
Su importancia particular para China proviene del hecho de que, de los países de Asia oriental, China tiene la proporción más baja de personas mayores de 65 años sin discapacidades importantes y con funciones cognitivas normales: 15,7%. Esto contrasta marcadamente con países como Japón y Corea del Sur, donde estos porcentajes son 29,2% y 25,5%, respectivamente.
Este estudio en particular utilizó datos de 4451 participantes de CHARLS e incluyó respuestas a 8 marcadores del estado psicológico de la persona, preguntas sobre la frecuencia con la que la persona se siente molesta por las cosas, con falta de concentración, deprimida, esperanzada, temerosa, propensa al sueño inquieto, feliz y solitaria.
El reloj de envejecimiento que construyeron los autores del estudio utilizó una combinación de 16 biomarcadores sanguíneos, siete parámetros biométricos y el sexo biológico de la persona para crear una red neuronal profunda que prediga la edad biológica. Los datos en los que más se basa este reloj de envejecimiento son la presión arterial sistólica y diastólica, la cistatina C (un biomarcador de la función renal), el índice de masa corporal y los resultados de la espirometría.
Qué encontraron
Los resultados mostraron que el reloj de envejecimiento tiene una precisión de 5 a 6 años (el error absoluto medio fue de 5,68 años) y que clasifica correctamente a las personas con enfermedades asociadas al envejecimiento como mayores que las personas sanas de la misma edad cronológica.
Cuando se examinaron las asociaciones entre las predicciones del reloj de envejecimiento sobre la edad, los factores sociales y psicológicos, los resultados mostraron que el reloj de envejecimiento clasificaba a las personas que fumaban y a las que sufrían sueño inquieto como mayores (1,25 años para fumar, 0,44 para sueño inquieto) y las que estaban actualmente casadas como un poco más jóvenes (-.59 años). “Sin embargo, si las ocho variables psicológicas se consideran como una escala que representa el bienestar psicológico, estar en su extremo inferior tiene el efecto de acelerar el envejecimiento en 1,65 años”, escribieron los investigadores.
Los hallazgos indican que la salud mental de uno es una parte esencial de la longevidad. No ocuparse del bienestar psicológico recorta la esperanza de vida tanto o más que empezar a fumar, sostuvieron los autores.
El estudio destaca cómo los factores psicológicos deben estudiarse en el contexto del envejecimiento. Sin embargo, cabe señalar que el diseño transversal del estudio no permite conclusiones de causa y efecto.
Referencia bibliográfica: Galkin, F., Kochetov, K., Koldasbayeva, D., Faria, M., Fung, H. H., Chen, A. X., & Zhavoronkov, A. (2022). Psychological factors substantially contribute to biological aging: evidence from the aging rate in Chinese older adults. Aging, 14(18), 7206-7222. https://doi.org/10.18632/aging.204264
Fuente: Psypost