Madres, padres y docentes de estudiantes del nivel secundario con regularidad se preguntan de qué manera pueden ayudarles a mejorar su rendimiento académico. Ya sea que estén empezando un nuevo ciclo escolar, o que vuelvan a las aulas después de meses de receso, la motivación académica es de naturaleza maleable y puede cambiar con el tiempo, generalmente para mejor. Recientemente, se encontró que sentirse parte de la institución educativa sería clave para aumentar la motivación de los alumnos y mejorar su desempeño en la escuela (Xie, K., et al., 2021).
¿Por qué es importante?
Los comportamientos de aprendizaje están impulsados por una combinación de motivaciones, lo cual permite distinguir varios perfiles motivacionales. Examinar la naturaleza de los cambios de perfil podría ser la clave para apoyar el desarrollo de la motivación académica a largo plazo.
Con el objetivo de investigar los cambios en estos perfiles, así como la influencia que pueden tener el sentimiento de pertenencia a la escuela y la respuesta a los logros anteriores, el equipo de investigación condujo un estudio del que participaron estudiantes de 11 escuelas secundarias públicas de Ohio, EEUU.
¿Qué metodología usaron?
La muestra estuvo compuesta por un total de 1670 estudiantes que cursaban los grados 9 a 11 cuando comenzó el estudio. Se les pidió que completaran encuestas que evaluaron su motivación en dos años escolares consecutivos. “Voy a la escuela porque siento placer y satisfacción mientras aprendo cosas nuevas” y “voy a la escuela porque necesito al menos un diploma de escuela secundaria para encontrar un trabajo que pague bien más adelante”, fueron algunos de los enunciados que encontraron en el instrumento.
Por otra parte, la pertenencia a la escuela se midió el primer año con una encuesta que preguntaba a los estudiantes qué tan verdaderas eran para ellos declaraciones como: “me siento realmente parte de esta escuela”.
¿Qué encontraron?
Fue posible distinguir seis perfiles motivacionales (Xie, K., et al., 2020):
- desmotivado,
- regulado externamente,
- desmotivado equilibrado,
- moderadamente motivado,
- equilibrado motivado, y
- autónomo (deseo interno de aprender, sin necesidad de influencia externa).
Los investigadores consideraron a los dos primeros como desadaptativos, y a los últimos dos como adaptativos.
Hay estudiantes que se presentan mayor riesgo de abandonar la escuela si no se encuentran formas de entusiasmarlos con la educación. Señalan los autores que tales alumnos se hallan dentro de los perfiles desadaptativos, que caracterizaron a estudiantes que no tenían ninguna motivación o solo estaban motivados para ir a la escuela porque se vieron obligados.
Por otro lado, encontraron que partiendo del perfil en el que comenzaron, entre el 40% y el 77% de los alumnos cambiaron sus perfiles en el segundo año del estudio. La mayoría de las veces este cambio fue hacia un perfil más adaptativo:
- El 8% de los estudiantes se encontraba en el perfil más adaptativo, motivado de manera autónoma, en el primer año, y eso aumentó al 11,4% en el segundo año.
- El perfil menos adaptativo (desmotivado) describió al 2.8% de los estudiantes en el primer año, cayendo al 2.1% en el segundo año.
- Los perfiles motivacionales más adaptativos tendían a ser los más estables, controlando el primer y segundo año.
Según estos hallazgos, buscar nuevas formas de motivar a los estudiantes para lograr que consigan un mejor perfil podrían ayudarles a que se mantengan allí.
¿Por qué el cambio en la motivación tiende a ser positivo?
El estudio muestra dos factores que predijeron significativamente el perfil de motivación en el segundo año, tomando como referencia su perfil en el primer año:
- Los logros anteriores: aquellos alumnos que tenían promedios de calificaciones más altos el primer año tenían más probabilidades de cambiar o permanecer en perfiles caracterizados por niveles más altos de motivación académica en el segundo año del estudio.
- El sentimiento de pertenencia: los estudiantes que se sentían más parte de su escuela en el primer año tenían más probabilidades de cambiar a, o permanecer en un perfil más adaptativo en el segundo año.
Los establecimientos pueden tomar parte activa desde este lugar: buscando estrategias y nuevas formas personalizadas (es decir, pensadas estratégicamente para cada perfil de forma específica) de ayudar a los estudiantes a sentirse parte de la comunidad escolar, prestando especial atención a aquellos que se encuentran en mayor riesgo de abandonar la escuela o tener un rendimiento inferior. Con el uso de planes que evalúen periódicamente la motivación de los estudiantes, las escuelas pueden implementar intervenciones antes de que ellos se retiren o abandonen las actividades académicas.
Referencia bibliográfica:
- Xie, K., Vongkulluksn, V. W., Cheng, S.-L., & Jiang, Z. (2021). Examining high-school students’ motivation change through a person-centered approach. Journal of Educational Psychology. Advance online publication. https://doi.org/10.1037/edu0000507
- Xie, K., Vongkulluksn, V. W., Cheng, S.-L., Sheng, L. (2020). A person-centered approach to examining high-school students’ motivation, engagement and academic performance. Contemporary Educational Psychology, Volume 62, July 2020, 101877. https://doi.org/10.1016/j.cedpsych.2020.101877
Fuente: Eurekalert