Fabián Maero haciéndonos reflexionar en el día internacional de la salud mental:
Pero el verdadero problema es lo que “salud mental” deja afuera. Hablar de una salud ligada sólo a lo mental tiende a dejar por fuera los factores sociales, económicos, ecológicos, culturales, que afectan la vida cotidiana de las personas. Por ejemplo, se suele hablar de una epidemia de depresión, como si fuera una suerte de virus que afecta el funcionamiento mental de las personas, cuando lo que hay es una epidemia de aspectos contextuales que vuelven muy difícil conectar con un futuro deseable: crisis económicas generalizadas, el auge de polarizaciones de todo tipo que destruyen el tejido social, una desigualdad económica galopante, el cambio climático, y la exclusión respecto a la posibilidad de generar un cambio en esos aspectos, sostenidos por las clases políticas y económicas dominantes. Hablar de salud mental pone el énfasis en el lado incorrecto de la cuestión (también lo es hablar de salud emocional, por los mismos motivos), y corre el riesgo de convertirla en una cuestión exclusivamente interna e individual, como si fuese posible separarla de sus determinantes contextuales.