Sergio Parra escribe en XatakaCiencia, sobre el procedimiento científico que logró restaurar algunas funciones del cerebro de un cerdo:
Cuatro horas después de la muerte del cerdo conectaron la vasculatura del cerebro para hacer circular una solución formulada de forma única que desarrollaron para preservar el tejido cerebral, utilizando un sistema que llaman BrainEx. La solución conservadora que el equipo utilizó también contenía sustancias químicas que evitan que las neuronas se disparen, para protegerlas de daños y para evitar que la actividad cerebral eléctrica se reinicie. A pesar de esto, los científicos monitorearon la actividad eléctrica de los cerebros a lo largo del experimento y estaban preparados para administrar anestesia si observaban señales de que el órgano podría estar recuperando la conciencia.
Si bien este descubrimiento no tiene una aplicación clínica inmediata, y no se tiene claro que pueda funcionar por igual en un cerebro humano (la solución química utilizada carece de muchos de los componentes que se encuentran de forma nativa en la sangre humana, como el sistema inmunológico y otras células sanguíneas), este tipo de investigación podría algún día ayudar a los médicos a encontrar formas de ayudar a salvar la función cerebral en pacientes con accidente cerebrovascular, entre otras.
Esta es solo una introducción, en los próximos días publicaremos un artículo más detallado sobre cómo se llevó a cabo el procedimiento y las posibles implicaciones para el futuro de la investigación médica.