Los científicos están comenzando a investigar la importancia de ser capaces de atenuar las emociones positivas. La emoción positiva no controlada está vinculada a resultados negativos, según un nuevo estudio (Zou, Plaks, & Peterson, 2019).
Las estrategias cognitivas de regulación emocional describen las respuestas cognitivas que surgen para intentar modificar la magnitud y/o el tipo de experiencia emocional ante eventos generadores de emocionalidad. “La mayor parte de la literatura sobre la regulación de las emociones se centra exclusivamente en la regulación negativa de las emociones negativas (por ejemplo, la supresión de la ira) o la regulación positiva de las emociones positivas (por ejemplo, sentirse mejor),” dijo Christopher Zou, científico investigador de Altus Evaluations y autor correspondiente del estudio. “Estoy seguro de que todos podemos pensar en momentos en los que hemos conocido a alguien que también tiene un poco de problemas para controlar sus emociones positivas, –tal vez alguien que no puede controlar su estallido de risa, o tal vez alguien que se pone un poquito salvaje en las reuniones de empresa.”
Pensando en estas cuestiones, Zou y sus colegas desarrollaron una escala de regulación de las emociones para estudiar la habilidad de las personas para regular sus emociones positivas.
Los investigadores construyeron una versión revisada de la escala de autoeficacia emocional regulatoria (EAER) y la validaron en dos estudios con 720 participantes. Mientras que la escala anterior incluye una medida de la regulación positiva de las emociones positivas y la regulación negativa de las emociones negativas, la escala revisada agrega una medida de la regulación negativa de las emociones positivas.
En un tercer estudio con 483 participantes, los investigadores encontraron que la habilidad de regular las emociones positivas se asociaba con niveles más bajos de ansiedad de apego, niveles más altos de resiliencia y menos días de hospitalización.
“Pudimos distinguir que la capacidad de un individuo para regular sus emociones positivas era diferente de su capacidad para regular sus emociones negativas y aumentar sus emociones positivas.” dijo Zou.
De hecho, los investigadores demostraron que la capacidad de para regular las emociones positivas predijo de manera única los resultados de comportamiento de riesgo (es decir, el número de días de hospitalización en el último año) –ya que habían hipotetizado que las personas que no son muy buenas a la hora de controlar su emoción probablemente tomarían mayores riesgos.
En cuanto a las limitaciones del estudio, los autores advierten que, como todo fue autoinformado, no están muy seguros de la precisión con la que las personas pueden evaluar su propia capacidad para regular sus emociones. “Como no tenemos una medida estándar “objetiva” para la regulación de las emociones, este será un desafío para los futuros investigadores en esta área,” dijo Zou.
Finalmente, señalaron el deseo de crear intervenciones que ayuden a las personas a mejorar sus habilidades de regulación emocional para que que puedan desenvolverse de manera más efectiva en sus entornos.
Referencia del estudio:
Zou, C., Plaks, J. E., & Peterson, J. B. (2019). Don’t Get Too Excited: Assessing Individual Differences in the Down-Regulation of Positive Emotions. Journal of Personality Assessment, Vol. 101, pp. 116–116. https://doi.org/10.1080/00223891.2018.1501247
Fuente: PsyPost