Desde el inicio de la pandemia, madres, padres e hijos han tenido que adaptarse no sólo al trabajo remoto, sino también a las clases virtuales desde casa. Esto último significa, también, que los pequeños están pasando más tiempo frente a la pantalla que antes. Volver hacia hábitos no tan dependientes de los dispositivos electrónicos puede resultar desafiante; por eso, la clínica y laboratorio Child and Family Well-being (CFW) presentó algunas sugerencias para ayudar a madres y padres con esta transición:
En primer lugar, cada familia es diferente. Lo importante es poder hablar sobre el tiempo de uso de pantallas, e implementar diferentes estrategias para abordar la cuestión.
Usá la tecnología a tu favor
Aplicaciones como Screen Time de Apple o Family Link de Google pueden ayudarte a limitar el tiempo de pantalla (por ejemplo, podés establecer un límite de 2 horas al día o no permitir pasar tiempo frente a las pantallas después de las 8 p.m.; o bien utilizar redes sociales por intervalos que no superen los 30 minutos); y también podés establecer contenido específico (por ejemplo, solicitando el permiso de los padres para utilizar YouTube o bloqueando sitios web inapropiados).
Si tu hijo está acostumbrado a tener tiempo ilimitado de acceso a las pantallas debido a COVID-19, empezá por reducir su uso en pequeñas cuotas cada pocos días y reemplazá ese tiempo con lectura o actividades educativas. Quizás debas decir cosas como “cuando leas durante 15 minutos, puedes tener más tiempo frente a la pantalla”.
Hacé del sueño la prioridad número uno
¿Por qué debemos mantener hábitos de sueño saludables? Principalmente, porque el tiempo frente a las pantallas puede comprometer la duración y la calidad del sueño de las personas. El descanso que apareja el sueño es necesario para el correcto funcionamiento de los sistemas inmunológicos, y contribuye a la capacidad de recuperación física y al bienestar psicológico.
Asegurate de limitar el tiempo de pantalla emocionante o cargado de emociones una hora antes de acostarse (esto significa Stranger Things y Fortnite), y de quitar teléfonos, tabletas y consolas de juego de las habitaciones por la noche. Dependiendo del horario escolar de los niños, es posible que también quieras considerar establecer una hora para acostarse más temprano para los niños, así como despertarlos más temprano en la mañana. Empezá poco a poco (por ejemplo, despertándolos 20 minutos antes cada pocos días) para que los niños se acostumbren a irse a la cama y a despertarse a la hora que lo necesiten cuando la escuela vuelva a sus operaciones normales. Si es útil, podrías decir algo como: “si estás en la cama a las nueve, mañana podés tener 30 minutos más de tiempo frente a la pantalla”.
No te olvides de vos
Probablemente estes haciendo grandes malabares con poca o limitada ayuda. De ahí la importancia de autoevaluar cómo estás con regularidad. Si notás que estás empezando a sentirte abrumada con todo lo que estás haciendo, está bien usar el tiempo de pantalla de vez en cuando para darte un descanso. En momentos de estrés, es especialmente importante priorizar las cosas que contribuyen a tu bienestar, como un horario de sueño saludable, una taza de té relajante, una videollamada con amigos o un ejercicio de atención plena a través de aplicaciones como Headspace o Calm. También es importante que establezcas un límite a la información que recibís a través de las noticias o redes sociales cuando sentís que estos medios sólo te transmiten pánico.
Fuente: Psychology Today