Muchas veces creemos que tenemos una memoria perfecta, que podemos recordar hechos puntuales con sumo detalle, ¿Pero qué pasa con esos recuerdos que nunca fueron?
Los científicos han encontrado la denominada “memoria falsa”.
A veces nuestro cerebro puede confundir hechos de la realidad con los imaginarios. Muchas personas han declarado recuerdos de la infancia que no han pasado realmente, pues los registros de nuestra memoria tienden a confundir el hecho real con creaciones propias o implantadas.
Puesto a que nuestro cerebro tiende a crear
estas memorias falsas, también se ha encontrado que somos capaces de robar recuerdos ajenos.
Nuestra memoria tiende a ser fragmentada y muy pocas veces es exacta, una de las cosas que hace nuestro cerebro cuando intentamos recordar una situación precisa es llenar esos espacios vacios en los que no encuentra información. Por ejemplo; me he encontrado en una situación en donde me indicaron que debía ir a buscar un documento muy importante que estaba guardado en una “caja de madera verde”… pero a mi sorpresa y hasta con indicaciones precisas en cuanto a la ubicación física de la caja no podía localizarla, después de varias horas, me comunico con esa persona de memoria intachable y le comento que no había podido encontrar ninguna caja verde de manera. Este objeto resulto ser una caja de cartón de color madera.
A menos que podamos demostrar lo contrario como en el ejemplo anterior, nuestro cerebro se aferrara fuertemente a la convicción de ese recuerdo, y nuestro compromiso emocional es tan alto que nos vemos defendiendo esta idea a capa y espada.
Otro factor muy importante que se ha encontrado gracias a estudios empleados por Elizabeth F. Loftus de la Universidad de California con sujetos de investigación, fue la sugestión. Se descubrió que es posible implantar recuerdos, especialmente de la infancia y con la ayuda de un familiar que voluntariamente confirme el recuerdo. El resultado mostró que el mayor porcentaje de los sujetos estudiados terminaron declarando que recuerdan los hechos sugeridos como propios, mientras que muy poco fue el porcentaje de personas que convencidas, confirmaban que nunca habían vivido la experiencia.
Puesto a que nuestro cerebro tiende a crear estas memorias falsas, también se ha encontrado que somos capaces de robar recuerdos ajenos. Un ejemplo muy claro es cuando una vecina nos cuenta lo que le sucedió en el banco la semana anterior, al seguir tan interesados su historia, luego de unos días, nos encontramos contándole la misma historia a un amigo como si fuera propia.
Seguramente muchos se sintieron identificados con varias de las cosas que acabo de mencionar en esta nota, pero a no preocuparse, puesto a que ya con solo conocer esta información, notaran rápidamente que estarán más atentos a sus recuerdos.
En el ser humano se lo asocia con la memoria consciente de corto plazo y además con la formación de las memorias de largo plazo que pueden tardar incluso años en consolidarse. Durante esta etapa de transición, la información va y viene desde el hipocampo a las diferentes áreas corticales hasta que al final las memorias se establecen solamente en estas últimas, quedando libre el sistema hipocámpico para fijar y trabajar con nuevas informaciones y así volver a repetirse el ciclo.A modo de reforzar esta información los invito a que conozcamos un poco del “hipocampo”, una de las estructuras más importantes que conforman nuestra memoria.
Nse. Denise Toiw.
Neurosicoeducadora y Neurosicoentrenadora.
Directora general de tutoría – Asociación Educar.
Tutora de la Formación en Neurosicoeducaión y Neurosicoentrenamiento para alumnos en más de 20 países.
Es parte del plantel organizador de las Jornadas Internacionales de Neurosicoeducación.
Imagen: Kris Krug en Flickr
1 comentario
MUY INTERESANTE EL ARTICULO! Y SI, ME SENTI IDENTIFICADA. INCREIBLE ESTA CAPACIDAD TAN MOLDEABLE DEL CEREBRO…
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