El sufrimiento, la ansiedad y la frustración de los pacientes con obesidad son sentimientos que a menudo se manifiestan en el consultorio. Una de las alternativas de tratamiento es el Ozempic; sin embargo, existe mucha preocupación y prejuicio sobre este tipo de medicamentos. Por eso quiero compartir este artículo de María José Castro Alija, médica especialista en nutrición, publicado en el diario El País, ya que ofrece una perspectiva más matizada y comprensiva hacia las personas con obesidad:
La obesidad es una enfermedad muy compleja en la que intervienen componentes muy diversos porque es multifactorial. Influye el entorno obesogénico, que son aquellos factores que nos rodean y que pueden conducir a la obesidad o al sobrepeso; también la genética, el marco ambiental, la situación socioeconómica y otra serie de circunstancias. Actuar sobre todos ellos era muy complicado. Pero estos nuevos fármacos, que sí son eficaces, nos ayudan a que los pacientes estén más motivados, ven que se consiguen efectos y les resulta más fácil mantener el estilo de vida saludable.
Pero estos fármacos deben estar bien prescritos y deben responder a fines terapéuticos médicos. Su enfoque es a largo plazo. No podemos olvidar que la obesidad o el sobrepeso son enfermedades crónicas, como lo son la diabetes o la hipertensión. Cuando se inicia un tratamiento farmacológico contra la obesidad o el sobrepeso, el seguimiento debe ser continuado. Esto es indispensable para valorar acertadamente la eficacia y la seguridad del tratamiento.
Como resumen, en respuesta a tu pregunta, lo importante a tener en cuenta es que en el tratamiento de la obesidad no podemos decir que una opción es mejor que la otra. Lo que hay que hacer es un enfoque integrador de todas las medidas de las que disponemos; incluso, muchas veces es necesario un apoyo psicológico con terapia conductual para ayudar a los pacientes. Y también es muy importante el mensaje de que la sociedad debe dejar de culpabilizar a los pacientes con obesidad o sobrepeso.