El dolor de cabeza puede estar causado por diversas alteraciones orgánicas como la epilepsia, un tumor intracraneal, enfermedades de la vista o los oídos, enfermedades bucodentales o efectos de ciertos fármacos.
No obstante, la gran mayoría de los casos de cefalea, hasta un 90% de ellos, son de naturaleza funcional o psicológica (Academia CEDE, 2018).
En estos casos, la intervención conductual se presenta para muchos pacientes como una alternativa efectiva al uso continuado de fármacos, que en estos casos no resulta efectivo en períodos prolongados y que además puede provocar una dependencia del fármaco que conduce a una cronificación del cuadro (Penzein Rains y Andrasik 2000, citados en CEDE, 2018).
Conoce los diferentes tipos de cefaleas de origen psicológico que existen, sus causas y los tratamientos más validados hasta la fecha.
Tipos de cefaleas
Dentro de las cefaleas funcionales o sin causa en otras alteraciones orgánicas, cabe diferenciar:
- Las cefaleas tensionales.
- Las migrañas.
- Las cefaleas por sobreabuso de medicación.
Cefaleas tensionales
Representan la mayoría de los casos de cefalea funcional. Este tipo de cefaleas se caracterizan por un tipo de dolor opresivo o tirante. Su intensidad puede ser leve o moderada. Es bilateral (afecta a los dos lados de la cabeza) y no empeora con la actividad física cotidiana.
Las cefaleas tensionales no suelen presentarse con náuseas, aunque sí pueden aparecer con fotofobia (intolerancia anormal a la luz) o fonofobia (hipersensibilidad o miedo irracional a los ruidos de cualquier tipo).
Migrañas
Otro de los tipos de cefaleas funcionales (de origen psicológico o no orgánico) son las migrañas. En este caso, la persona sufre un dolor de cabeza unilateral (que afecta solo a un lado de la cabeza), de tipo pulsátil y de intensidad moderada. A diferencia de lo que ocurre en las cefaleas tensionales, en las migrañas sí se agrava el dolor de cabeza con cualquier actividad física.
Antes de este momento de dolor, la persona puede sufrir un período de constricción de los vasos sanguíneos cerebrales que parece provocar una caída de la presión sanguínea en el cerebro.
A veces las personas que sufren migrañas no notan síntomas durante esta fase, pero otras pueden presentar síntomas como: intranquilidad, vómitos, mareos y alteraciones visuales y/o auditivas. A este conjunto de alteraciones se le denomina aura de la migraña. Por otro lado, en la fase migrañosa, se produce una vasodilatación de las arterias extracraneales.
Según el manual de CEDE, un grupo numeroso de personas que presenta dolor de cabeza, de hasta el 30-40%, reporta una combinación de los dos tipos de cefaleas descritos: la cefalea tensional y la migraña.
Cefalea por sobreabuso de medicación
Finalmente, la cefalea por sobreabuso de medicación (también denominado dolor de cabeza de rebote) se refiere a los casos de cefalea, ya sea tensional o migrañosa, que se agravan como consecuencia del mal uso de los fármacos paliativos del dolor. Esto va dando lugar a cuadros de adicción.
¿Cómo llega la persona a esta situación? Lo que ocurre es que el consumo continuado de fármacos para aliviar el dolor acaba produciendo un aumento de la tolerancia, que lleva a la persona a aumentar la dosis para lograr la misma eficacia.
Así, llega un punto en el que el fármaco apenas tiene efecto, de modo que la persona consume todos o casi todos los días, en relación directa con la presencia del dolor de cabeza. Si en ese momento se retira el fármaco, se produce un intenso efecto rebote. Este efecto es similar al síndrome de abstinencia, que no cede si no se consume la dosis diaria.
Por otro lado pueden aparecer también otro tipo de síntomas, como náuseas, vómitos o problemas de sueño. Su tratamiento consiste en seguir los pasos del tratamiento de una adicción. Lo que se hace es llevar a cabo la retirada del fármaco bajo supervisión médica, aunque las recaídas son frecuentes porque dicha retirada suele ser muy molesta para el paciente.
Cefaleas de origen orgánico
Por otro lado, encontramos las cefaleas de origen orgánico que, como ya hemos dicho, son causadas por algún tipo de patología previa como una epilepsia, un tumor o una infección de oído, entre otras posibles causas.
¿Por qué aparecen las cefaleas?
Vamos a centrarnos aquí en las causas de las cefaleas funcionales (es decir, en aquellas “psicológicas” o de origen no orgánico). ¿Qué sucede a nivel cerebral que explique la aparición de cefaleas?
Autores como Haynes, Gannon, Bank, Shelton y Goodwin (1990, citados en CEDE), propusieron una posible explicación a las cefaleas funcionales. Concretamente, sugirieron que los cambios en el flujo sanguíneo cefálico extracraneal ante situaciones de estrés eran los responsables del dolor de cabeza y de los síntomas asociados a la migraña y a la cefalea tensional.
Y lo harían de dos modos diferentes: por un lado, la contracción sostenida y la isquemia de la musculatura estriada del cuello y la cabeza darían lugar a anoxia (falta casi total del oxígeno en un tejido) y a un aumento de la concentración de ácido láctico (compuesto químico que desempeña importantes roles en varios procesos bioquímicos).
Por otro lado, las arterias cefálicas sufrirían una distensión compensatoria en respuesta a la isquemia en otras zonas. A este cambio se le añadirían otros cambios que redundarían en la aparición de dolor y otros síntomas. Entre ellos, el aumento en la circulación de sustancias cerebrales como las neurokininas, las catecolaminas, la vasopresina y la serotonina,
Alteraciones vasculares, centrales y/o musculares
Otro autor elaboró un modelo que representaba el papel de las diferentes variables en los diferentes tipos de cefaleas o dolores de cabeza (Olensen, 1991, citado en CEDE).
Según su modelo, en las cefaleas tensionales los elementos determinantes serían musculares y centrales. En cambio, en las migrañas intervendrían alteraciones vasculares combinadas, en distintos casos, con alteraciones centrales y/o musculares.
Descenso de serotonina
Finalmente, en la cefalea por abuso de medicación, es la serotonina (neurotransmisor cerebral) la que estaría implicada en su aparición, al haberse observado un descenso importante de la misma en las personas con este tipo de cefaleas, que se asociaría al consumo de fármacos para aliviar el dolor.
Tratamientos psicológicos para las cefaleas funcionales
Existen diferentes tratamientos psicológicos validados para las cefaleas de origen funcional o psicológico. Según Vazquez Amigo (2012), estos son tres:
- La relajación muscular.
- El biofeedback.
- El entrenamiento en asertividad.
Relajación muscular
La relajación muscular (RM) se utiliza en la cefalea tensional y en las migrañas. Según Vazquez Amigo (2012), este tipo de intervención es de elección en las cefaleas tensionales, ya que a través de ella se benefician el 60% de los pacientes.
También resulta eficaz en cefaleas infantiles, y su ventaja es que se aplica fácilmente. Para ello, eso sí, resulta esencial practicar en casa. Por otro lado, para las migrañas la RM también parece eficaz, al menos para el 47,9% de los pacientes.
Biofeedback
El biofeedback EMG, que implica un proceso de aprendizaje para controlar las funciones fisiológicas mediante el uso de un aparato llamado electromiógrafo (EMG), también parece ser efectivo en las cefaleas tensionales, se benefician el 60% de los pacientes (Vazquez Amigo, 2012).
En el caso de las migrañas, el biofeedback (BF) de temperatura aislado parece producir mejoría en el 35% de los pacientes, aunque el tratamiento de elección para las migrañas es el que combina el BF de temperatura con la relajación.
Entrenamiento en asertividad
Finalmente, el entrenamiento en asertividad incluye autoinstrucciones y reestructuración cognitiva. Está indicado en aquellos casos en los que no resulta suficiente el control de la activación autonómica y la persona necesita más habilidades para gestionar situaciones estresantes.
Referencias bibliográficas:
- Academia CEDE, diversos autores. (2018). Manual de Psicología de la Salud.
- Vazquez Amigo, I. (2012). Manual de psicología de la salud. Ediciones Pirámide.
- Pérez, M., Fernández, J.R., Fernández, C. y Amigo, I. (2010). Guía de tratamientos psicológicos eficaces I y II:. Madrid: Pirámide.