El coma es un estado de inconsciencia prolongado, que se origina por una lesión (por ejemplo, un traumatismo craneoencefálico), un accidente o una enfermedad subyacente (aunque también hay comas inducidos).
El estado comatoso rara vez dura más de 2 a 4 semanas, aunque algunos pueden alargarse durante muchos años (incluso, décadas). En este sentido, el tiempo de duración y las secuelas dependen de factores como: la causa, la severidad y el sitio de la lesión.
Las personas que salen del coma pueden presentar problemas o secuelas diversas: físicas, intelectuales y psicológicas. Para las personas que llevan muchos años en coma la causa de muerte más frecuente es una infección, como por ejemplo una neumonía.
Una experiencia confusa
Las personas que han pasado por un coma suelen describir esta experiencia como difusa, extraña y muy confusa.
Sin embargo, no todas las personas experimentan lo mismo al estar en coma, aunque siempre se produce una incapacidad para efectuar movimientos voluntarios, así como para sentir o responder a los estímulos del medio.
Pero, ¿qué más sabemos sobre este estado tan peculiar de conciencia que tanto miedo e incertidumbre genera?
¿Qué es el coma y cuáles son sus causas?
El coma consiste en “un estado prolongado de inconsciencia”; durante este estado, la persona no puede despertarse ni responder a los estímulos del medio (por ejemplo: un sonido, una luz, un estímulo doloroso…). Además, no puede llevar a cabo acciones de forma voluntaria y no presenta un ciclo de sueño-vigilia normal.
El inicio del coma puede darse por un fallo en el sistema nervioso central (SNC), aunque en otros casos, el coma es inducido.
Cuando se debe a un fallo en el SNC, se produce una disfuncionalidad a nivel neuronal, ya sea por un proceso estructural o no estructural. En el origen del coma también están implicados procesos infecciosos o metabólicos que afectan al cerebro. Entre estos procesos encontramos: una ingesta masiva de alcohol, la hipoglucemia e hiperglucemia, un consumo excesivo de fármacos o el uso (o abuso) de drogas ilegales.
Durante el estado de coma, el cerebro recibe un suministro limitado de glucosa y/o oxígeno. Si la pérdida de nutrientes es destacable, se produce un daño neuronal en el cerebro de la persona. Este daño neuronal también puede darse por una lesión directa en el tejido encefálico, a raíz de una hemorragia o de una contusión interna que perjudique la estructura celular del cerebro.
¿Qué siente la persona que está en coma?
Davinia Fernández-Espejo, psicóloga y logopeda en la Universidad de Oviedo, actualmente investigadora de la consciencia y sus trastornos en la Universidad de Birmingham, asegura que “algunos pacientes que parecen estar en un estado vegetativo son realmente conscientes de sí mismos y de su entorno y son capaces de crear recuerdos e imaginar cosas como cualquier otra persona”.
Sin embargo, no pueden responder al entorno porque una importante ruta de comunicación en el cerebro se encuentra interrumpida.
Interrupción de una ruta de comunicación cerebral
En un estudio del 2015, publicado en la revista JAMA Neurology y liderado por Davinia Fernández, se detalla el siguiente hallazgo que explica la afirmación de la psicóloga: la existencia de un daño estructural en la comunicación entre la corteza motora primaria y el tálamo en las personas en estado de coma.
Debemos tener en cuenta que la corteza motora primaria se encarga de la planificación y la ejecución de movimientos, y que el tálamo es considerado “la puerta de la consciencia”. Esta vía de comunicación es fundamental para entender por qué algunos pacientes en estado vegatativo son conscientes de su entorno, como afirmaba Fernández-Espejo, a pesar de su estado comatoso y de su incapacidad para responder.
¿Por qué las personas en coma no pueden responder a los estímulos?
El tálamo es una estructura que, además, es considerada “el receptor del cerebro”. A través de él pasan las sensaciones que provienen de todos los sentidos (excepto el olfato). A su vez, actúa como una estación repetidora, donde se seleccionan las señales relevantes. Por ejemplo, en señales repetitivas, la transmisión es interrumpida (como cuando llevamos muchas horas un anillo y ya no percibimos su roce).
En cambio, sí prestamos atención a las señales relevantes, que son enviadas a la corteza cerebral (la zona más evolucionada del cerebro). Dicha zona se encarga de emitir una respuesta, que a su vez, es devuelta de nuevo al tálamo, el encargado de ejecutarla.
Pero, ¿qué ocurre en las personas en coma? Que existe un daño en las vías que conectan físicamente al tálamo, uno de los centros de nuestra consciencia, y la corteza motora, que impulsa la actividad muscular voluntaria. Y por ello, la persona en coma no puede responder a los estímulos y por lo tanto no puede tampoco moverse.
Testimonio de una persona que salió de un coma
El diario The Morning Bulletin recoge el testimonio de una mujer que en 2011 sufrió un accidente automovilístico y que fue inducida al coma por un grupo de médicos expertos, con el objetivo de estabilizarla y salvar su vida.
Esta mujer afirmó que vivió el coma como un evento difuso y borroso, en el que su mente no podía formar pensamientos ni sueños concretos. Sin embargo, explica que sí era capaz de percibir el dolor y de formar recuerdos o “memorias” para que su cerebro pudiese dotarle de sentido a lo que sucedía a su alrededor.
La mujer también explicó que era capaz de reconocer la voz de su marido cuando éste entraba en la habitación, pero que no podía entender lo que él decía.
Por otro lado, describió también episodios extraños: por ejemplo, la creencia o sensación de estar siendo violada durante ese estado comatoso, pudiendo llegar a sentir dolor anal y vaginal. Sin embargo, ese recuerdo difuso en realidad tenía que ver con intervenciones quirúrgicas a las que era sometida.
También afirmó poder sentir los cambios de temperatura cuando la cambiaban de habitación. Describió además pesadillas que se entremezclaban en un estado continuo entre la vigilia y el sueño.
Lo que dice la ciencia
¿Qué dice la ciencia de lo que describen las personas que han pasado por un coma? Para analizar primero este estado, se toman en cuenta una serie de parámetros y se cuantifican las respuestas cerebrales de la persona mediante sofisticadas técnicas.
En cuanto a los parámetros, se analiza por ejemplo el metabolismo de la masa gris; se ha observado cómo en pacientes en coma de origen hipóxico este se sitúa un 50-70% por debajo del normal.
Por otro lado, en un artículo del 2005, por ejemplo, se encontró una diferencia significativa en la reacción cerebral del paciente ante la emisión de palabras desconocidas y conocidas. Es decir, su cerebro reaccionaba o se “activaba” ante las palabras conocidas, como si las estuviera “escuchando” realmente. Así, lo que sugiere el estudio es que la persona (o su cerebro) podría estar manteniendo cierta percepción semántica.
En otro artículo, esta vez del 2019, liderado por Kotchoubey, los investigadores encontraron que la actividad eléctrica del cerebro de 104 pacientes en coma era similar a la de una persona común que recibe una instrucción.
Referencias bibliográficas:
- Davinia Fernández-Espejo, PhD Stephanie Rossit, PhD Adrian M. Owen, PhD. (2015). A Thalamocortical Mechanism for the Absence of Overt Motor Behavior in Covertly Aware Patients. JAMA Neurol, 72(12):1442-1450. doi:10.1001/jamaneurol.2015.2614
- Kotchoubey, B., Daltrozzo, J., Wioland, N., Mutschler, V., Lutun, P., Birbaumer, N., & Jaeger, A. (2005). Semantic processing in a coma patient. Grand Rounds, 5: 37-41.