Todos hemos experimentado — algunos con más frecuencia e intensidad — un dolor de cabeza, y sabemos lo irritante e incapacitan que puede ser.
En la antigua Grecia, este dolor se consideraba una seria aflicción y el tratamiento consistía en perforar un hueco en el craneo para sacar la sangre infectada que supuestamente producía el dolor. Este procedimiento se conoce como trepanación, y al final de cuentas causaba más estragos que alivio.
Hoy en día los tratamientos son mucho menos invasivos y más efectivos (¡gracias acetaminofén!). La comunidad científica califica el dolor de cabeza en dos tipos: cefaleas primarias y cefaleas secundarias.
- Cefaleas primarias: Es la condición en sí misma, no responden a síntomas de otra enfermedad, lesión ni trastorno y representan el 50% de los casos. Dentro de ellas clasifican en tres subtipos:
- Cefaleas tensional, la más común de todas, y se caracterizan por la sensación de que algo aprieta la cabeza, lo que provoca un incremento de la sensibilidad de los músculos pericraneales, produciendo dolor al latir con la sangre y el oxigeno
- Cefaleas en racimos de dolor agudo y repentino
- Migraña recurrente y prolongada. Las migrañas se caracterizan por un dolor de opresión en el cerebro que pueden durar desde cuatro horas hasta tres dias. En el 20% de los casos, el dolor puede ser tan intenso que puede sobrecargar el cerebro de energía eléctrica y sobrexcitar las terminales nerviosas, provocando alucinaciones, llamadas auras.
- Cefaleas secundarias: Se originan por otros problemas de salud, usualmente ocasionados por deshidratación, abstinencia de café, lesiones, enfermedades del corazón, y existe hasta 150 subtipos.
Todavía tenemos mucho que aprender. La medicina a avanzado a pasos agigantados pero todavía hay muchas hipótesis que van desde espasmos de los vasos sanguíneos hasta la hipersensibilidad de los nocioreceptores.
El video que compartí más arriba explica todo esto con más detalle. Sólo dura 5 minutos y fue creado por TEDEd.
Fuente: TEDEd