Un nuevo estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine ha analizado los cambios de peso asociados con ocho antidepresivos populares. El estudio, que revisó las historias clínicas electrónicas de más de 183,000 pacientes en Estados Unidos durante 24 meses, encontró que algunos antidepresivos son más propensos a causar aumento de peso que otros.
Los resultados mostraron que después de seis meses, los pacientes que tomaban Lexapro, Paxil o Cymbalta tenían entre un 10% y un 15% más de probabilidades de ganar una cantidad de peso clínicamente significativa (al menos el 5% de su peso inicial) en comparación con los usuarios de Zoloft. Los pacientes que tomaban Wellbutrin tenían menos probabilidades de experimentar este tipo de aumento de peso. Los pacientes que tomaban Lexapro o Paxil aumentaron en promedio medio kilo más que los que tomaban Zoloft, mientras que los que tomaban Cymbalta, Effexor o Celexa también ganaron más peso inicialmente, pero menos de medio kilo. Sin embargo, los que tomaban Wellbutrin engordaron menos que los que tomaban Zoloft.
El estudio resaltó que la mayoría de los pacientes tenían sobrepeso u obesidad al inicio del estudio, lo que es representativo de la población de EE.UU. Elegir el antidepresivo adecuado puede ser un equilibrio entre la eficacia y los efectos secundarios, y cada paciente puede reaccionar de manera diferente a los medicamentos debido a variaciones en dieta, ejercicio, genética y antecedentes de salud.
Aunque el estudio tiene limitaciones, como la falta de información sobre la dosis de medicación y la falta de un grupo de comparación de personas que no tomaban antidepresivos, los resultados sugieren que es necesario continuar investigando para entender mejor cómo estos medicamentos afectan el peso a largo plazo.