¿Podés imaginarte manteniendo una conversación sobre platos favoritos con personas psicópatas, violentas que están presas?
Esta fue forma en que un equipo de investigadores alemanes estudió el contacto visual que mantenían (o no) los prisioneros. Ellos encontraron que quienes obtuvieron puntajes altos en un aspecto de la psicopatía, en particular, eran mucho menos propensos a mirar a los ojos del entrevistador (Gehrer et al., 2020).
Este hallazgo no solo ayuda a comprender cómo se desarrolla la psicopatía, sino que también sugiere que encontrar formas de alentar a los niños en riesgo a hacer más contacto visual podría ser una intervención útil, sostiene Nina Gehrer de la Universidad de Tübingen y sus colegas.
El equipo estudió a 30 hombres que habían sido condenados por delitos graves (incluido asesinato, violación y toma de rehenes) y que fueron encarcelados en dos instituciones en Alemania.
Un investigador dirigió todas las interacciones, que se dividieron en etapas de hablar y escuchar. Durante un minuto, el participante escuchó mientras el investigador hablaba sobre uno de los tres temas neutrales (hábitos alimenticios/comida, trabajo/oficio o rutina diaria típica). Luego, después de un breve intercambio sobre el tema, comenzó la segunda etapa: el participante habló durante aproximadamente un minuto sobre el mismo tema. Esto se repitió para los otros dos temas.
A lo largo de ambas etapas, el experimentador mantuvo contacto visual (esto fue verificado posteriormente por dos evaluadores independientes). Y en todo momento, el prisionero usaba unos auriculares con seguimiento ocular. Esto permitió al equipo monitorear dónde miraban mientras escuchaban y hablaban.
Para los fines del estudio, el equipo dividió la cara en dos secciones: los ojos y el filtrum (la región de la nariz y la boca). Luego examinaron si el tiempo dedicado a mirar a los ojos o al filtrum se correlacionaba con los puntajes de los participantes en el PCL-R, una evaluación estándar de psicopatía.
Por lo general, se piensa que la psicopatía tiene cuatro facetas o componentes: manipular a otras personas, impedimentos afectivos (déficit en sentir emoción y empatía y mostrar remordimiento o culpa), tener un estilo de vida errático y demostrar un comportamiento antisocial. Cada uno de estos se mide dentro del PCL-R. Y el equipo descubrió que tanto al escuchar como al hablar, los prisioneros con puntajes más altos de psicopatía afectiva tenían menos contacto visual. “Estos resultados están en línea con investigaciones anteriores que sugieren una atención limitada a las señales sociales en la psicopatía,” escriben los investigadores.
Las teorías actuales sobre cómo se desarrolla la psicopatía suponen que la falta de visión de las señales sociales importantes (especialmente desde los ojos) es un factor clave. Para los niños a los que se les diagnostica psicopatía, existe evidencia de que las deficiencias relacionadas con las emociones surgen temprano, en forma de rasgos crueles e insensibles. Hay cierta evidencia de que los niños pequeños que prestan menos atención a los ojos de otras personas tienen más probabilidades de desarrollar estos rasgos, señalan los investigadores. Ahora que este vínculo se ha encontrado para psicópatas criminales adultos, esto sugiere que el contacto visual, o más bien la falta de él, podría ser importante para comprender el desarrollo del trastorno.
Limitaciones del estudio
El número de la muestra fue pequeño, y todos eran hombres. Los investigadores mismos piden una réplica antes de poder sacar conclusiones firmes. También será importante investigar si es posible corregir este déficit particular en el contacto visual y, de ser así, si eso reduce el riesgo de desarrollar problemas relacionados con las emociones.
“Hasta la fecha, la evidencia de cambios duraderos en la mirada a través del entrenamiento de modificación del sesgo de atención social aún es difícil,” señalan. “Por lo tanto, estos enfoques prometedores y otras oportunidades que se dirigen al contacto visual con discapacidad deben investigarse y mejorarse,” señalaron finalmente.
Referencia bibliográfica:
Gehrer, N. A., Duchowski, A. T., Jusyte, A., & Schönenberg, M. (2020). Eye contact during live social interaction in incarcerated psychopathic offenders. Personality Disorders. https://doi.org/10.1037/per0000400
Fuente: British Psychological Society