Muchas de las personas que sufren de condiciones clínicas serias como la esquizofrenia, la depresión y el trastorno bipolar, piensan que al iniciar el tratamiento psicofarmacológico aumentarán de peso inevitablemente y no lograrán recuperar su peso inicial. Pero nueva investigación nos muestra que estas personas, si pueden bajar de peso y no recuperarlo luego.
Cerca del 80% de los pacientes que sufren de serias condiciones clínicas (depresión, esquizofrenia y trastorno bipolar) son obesos o tienen sobrepeso, esto contribuye a que tengan un porcentaje tres veces mayor de riesgo de morir a causa de enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer.
Es cierto que el tratamiento psicofarmacológico puede ser un factor incidente en el sobrepeso, pero no es la única causa, también una mala dieta y un estilo de vida sedentario pueden tener repercusiones importantes en el sobrepeso. Y esta nueva investigación demostró que dichos pacientes pueden mejorar si logran modificar su estilo de vida y dieta.
Puede ser un factor incidente en el sobrepeso, pero no es la única causa
Los investigadores notaron que muchas personas con serias condiciones mentales no pueden costear un programa de actividad física. Además algunos sufren de fobia social, tienen pobres habilidades de interacción social o simplemente tienen miedo de estar en una área pública. Conociendo estas limitaciones, los investigadores diseñaron un plan para traer los gimnasios y nutricionistas a los lugares que estos pacientes frecuentaban.
El estudio
Bajo el nombre ACHIEVE (Logro) -Achieving Healthy Lifestyles in Psychiatric Rehabilitation-, sé reclutó a 291 sujetos diagnosticados con una seria condición clínica y que además sufrían de sobrepeso o eran obesos. Cerca de la mitad de los participantes, 144 sujetos, fueron ubicados aleatoriamente en el grupo de intervención y los 147 sujetos restantes formaron parte del grupo control.
Entre los participantes, 50% estaba diagnosticado con esquizofrenia, 22% con trastorno bipolar y 12% con trastorno depresivo mayor. En promedio, cada participante estaba medicado con 3 antipsicóticos, la mitad con litio o estabilizantes del estado de ánimo, todos conocidos por sus efectos en el aumento de peso.
Los participantes también perdieron peso mientras se iban desarrollando las intervenciones
La intervención consistió en habilidades de entrenamiento y manejo de casos especialmente diseñado para las personas que no se sienten cómodas involucrándose en un tratamiento de tiempo completo, y se realizó en un período de 6 meses durante el cual se realizaron intervenciones intensivas, entrenamiento físico tres veces por semana y clases individuales una vez por semana. El grupo control recibió la atención habitual, que incluía información nutricional y física. Ambos grupos recibieron un año de seguimiento durante el cual se disminuyeron las intervenciones en grupo, pero las clases de ejercicio se mantuvieron constantes.
Luego de 18 meses, el grupo de intervención perdió en promedio alrededor de 3 kilos más que el grupo control. Cerca del 38% de los participantes del grupo de intervención perdió 5% o más de su peso inicial al ser comparados con el grupo control. Más del 18% de los sujetos pertenecientes al grupo de intervención perdieron más del 10% de su peso corporal luego de 18 meses, comparándolos con el 7% en el grupo control.
Los participantes también perdieron peso mientras se iban desarrollando las intervenciones. Esto puede sugerir que se necesita de tiempo para que se logren cambios conductuales, pero una vez que se lograron estas modificaciones, se llega a buenos resultados.
Daumit sostiene:
“Nuestro estudio ha demostrado que las intervenciones conductuales funcionan sin importar qué estés tomando.”
Los investigadores alientan a los centros ambulatorios de psiquiatría a que adopten estos programas de pérdida de peso.
Así concluyó Daumit:
“Esta población es comúnmente estigmatizada. Y los resultados de este estudio podrían ayudar a las personas a pensar diferente sobre las personas con trastornos mentales. Nuestros resultados proveen de una evidencia clara que esta población puede llevar un estilo de vida saludable y bajar de peso.”
Fuente: National Institutes of Health/National Institute of Mental Health y John Hopkins Medicine