¿Qué hace que cada personas tengan una mejor o peor calidad de envejecimiento? La edad biológica y la edad cronológica no siempre coinciden. La edad epigenética es entendida como la edad fisiológica de un organismo que puede diferir de la edad cronológica. Una forma de medir el envejecimiento epigenético es con relojes epigenéticos, que al principio utilizaron principalmente la edad cronológica como referencia para calcular la edad epigenética, pero últimamente han incorporado fenotipos como perfiles de células sanguíneas y marcadores inflamatorios. Uno de los tipos más nuevos de relojes, llamado DNAm PhenoAge, tiene como objetivo capturar un biomarcador más preciso que pueda diferenciar la morbilidad y la mortalidad entre individuos de la misma edad cronológica.
Se ha reconocido que los rasgos y circunstancias de la infancia, como la menor inteligencia o la privación infantil, pueden tener un impacto negativo en la salud y la morbilidad más adelante en la vida. Con el objetivo identificar rasgos y factores de estilo de vida asociados con diferentes trayectorias de envejecimiento, científicos plantearon la hipótesis de que estos factores también pueden afectar la edad epigenética de un individuo, lo que se vería en sus resultados de PhenoAge.
Los investigadores utilizaron The Lothian Birth Cohort 1936, que es un estudio longitudinal del envejecimiento, valioso ya que contiene información sobre la capacidad cognitiva general y las circunstancias sociales de sus participantes a la edad de 11 años. Un total de 1091 participantes del estudio original fueron reclutados a la edad media de 70 años. Fueron examinados en cuanto al estado físico y de salud, habilidades cognitivas, genética, factores de estilo de vida y aspectos psicosociales del envejecimiento. Los participantes fueron reexaminados a las edades de 73, 76 y 79.
Se realizó un estudio de asociación con los datos recopilados; se observaron las variantes genéticas de los participantes para ver si estaban asociadas con algún rasgo. Los resultados mostraron que la edad epigenética acelerada, la edad fisiológica del organismo, se relacionó con puntuaciones de coeficiente intelectual más bajas a los 11 años, así como con niveles más bajos de actividad física más adelante en la vida, pero también se encontraron correlaciones significativas entre PhenoAge epigenético acelerado y una serie de factores físicos, cognitivos y rasgos de estilo de vida. La capacidad cognitiva a los 11 años y el número de años de educación fueron rasgos que se destacaron (Stevenson et al., 2019).
“La asociación entre DNAm PhenoAgeAccel con el CI medido hace casi 60 años es un hallazgo clave y es indicativo de una asociación duradera y de por vida entre la cognición y el envejecimiento epigenético,” señalaron los autores del estudio. Esto respalda hallazgos previos que indican que la inteligencia general en la infancia se asocia con diferencias considerables en el curso de la vida en cuanto a salud y morbilidad. Una posible explicación para esta asociación podría ser una mejor alfabetización en salud y un manejo consecuente de la enfermedad, así como una mayor posición socioeconómica.
Al igual que con muchas investigaciones basadas en correlaciones, no puede determinarse si una cuestión causa la otra, o viceversa. Es posible que las diferencias individuales en la edad epigenética sea causada por diferencias de inteligencia, o que tanto la inteligencia como una puntuación de edad epigenética más favorable sean el resultado de una arquitectura genética compartida o un evento ambiental temprano. Sin embargo, los autores concluyen que “este reloj epigenético novedoso puede estar calificado en cierta medida como biomarcador del envejecimiento fisiológico.”
Referencia bibliográfica:
Stevenson, A. J., McCartney, D. L., Hillary, R. F., Redmond, P., Taylor, A. M., Zhang, Q., McRae, A. F., Spires-Jones, T. L., McIntosh, A. M., Deary, I. J., & Marioni, R. E. (2019). Childhood intelligence attenuates the association between biological ageing and health outcomes in later life. Translational Psychiatry, 9(1), 323. https://doi.org/10.1038/s41398-019-0657-5
Fuente: Psypost