La aparición de alteraciones neuropsicológicas de origen tardío en pacientes con deterioro cognitivo supone un factor de malestar y tensión para sus familiares, cuidadores y personal asistencial, sobre todo por los cambios de comportamiento del paciente y su difícil tratamiento.
Aunque aumenta el interés por el estudio de estos casos, la diversidad de
métodos utilizados, la carencia de una definición de psicosis tardía y la inexistencia de una clasificación concreta y fiable de los trastornos psicóticos de la vejez imposibilitan la formalización de un cuadro epidemiológico claro del fenómeno. Es necesario diseñar y consensuar estrategias que permitan el diagnóstico diferencial de procesos demenciales y síntomas psicóticos con otras psicopatologías asociadas al envejecimiento.
Actualmente, los antipsicóticos atípicos son el tratamiento
farmacológico de elección, sin despreciar las conductas terapéuticas no farmacológicas, adecuadas a cado caso, con el objetivo de recuperar la función mental y la rápida integración familiar y social del paciente anciano.
Descarga el artículo completo en formato PDF.
Imagen: Dominic’s pics en Flickr