Hay casos clásicos que todo estudiante de psicología conocerá al cursar la carrera. Estos casos han ayudado a aumentar el conocimiento de la conducta humana, el cerebro y los métodos de investigación apropiados. En el artículo se compilan 10 famosos casos que continúan fascinandonos y evolucionado, ya que nueva evidencia o nuevas tecnologías cambian la interpretación de los mismos.
David Reimer
Reimer es una de los pacientes más famosos de psicología, perdió el pene en una fallida circuncisión cuando solo tenía 8 meses. El psicólogo John Money recomendó a sus padres criarlo como una niña (Brenda) y someterlo a cirugías y tratamientos hormonales para ayudar a su reasignación de género.
Money inicialmente describió el experimento como un gran éxito que parecía apoyar su creencia en la importancia del rol de la socialización, más que los factores innatos, en la identidad de género de los niños. Sin embargo, el reasignamiento fue muy problemático y la masculinidad de Reimer siempre salía a la superficie.
Cuando tenía 14 años, se le dijo la verdad sobre su pasado y se le ayudó a revertir la reasignación para volver a convertirse en un niño. Más tarde, Reimer haría campañas en contra de la reasignación de género a niños con lesiones genitales. También existe un libro sobre su historia: As Nature Made Him, The Boy Who Was Raised As A Girl, escrito por John Colapinto. Reimer también aparece en documentales de la BBC. Trágicamente, él se suicidó en el año 2004, con tan solo 38 años.
El niño salvaje de Aveyron
El niño salvaje de Aveyron – a quien el médico Jean-Marc Itard llamó Víctor – fue encontrado emergiendo del bosque Aveyron en el Sudoeste Francés en 1800. Cuando se lo halló tenía alrededor de 11 o 12 años de edad. Se cree que vivió en la selva por muchos años. Para los psicólogos y filósofos, Víctor era como un “experimento natural” relacionado a la pregunta sobre natura y nurtura. ¿Cómo le afectó la falta de intervención humana en los primeros años de vida?
Aquellos que tenían la esperanza de que Víctor apoyara la noción del “salvaje noble”, no corrompido por la civilización moderna, se decepcionaron grandemente: el niño era sucio y desaliñado, defecaba donde estaba parado y aparentemente estaba motivado principalmente por el hambre. Victor adquirió estatus de celebridad luego de ser transportado a París, e Itard comenzó la misión de enseñar y socializar al niño salvaje. Este programa tuvo éxitos mezclados: Víctor nunca aprendió a hablar con fluidez, podía escribir unas cuantas letras y adquirió una comprensión muy básica del lenguaje.
El experto en autismo, Uta Frith, cree que Víctor pudo haber sido abandonado por ser autista, pero reconoce que nunca sabremos la verdad sobre su pasado.
Phineas Gage
Un día, en el año 1848, en Vermont Central, Phineas Gage estaba apisonando explosivos al piso para preparar el camino para una vía férrea cuando tuvo un terrible accidente. La detonación fue prematura y un metal se introdujo en su cara, llegó a su cerebro y salió por la parte de arriba de su cabeza. Increíblemente, Gage sobrevivió, aunque sus amigos y familiares sintieron que había cambiado profundamente. Se mostraba apático y agresivo, ellos sentían que ya no era el mismo Gage. Allí se solía terminar la historia, un ejemplo clásico de daño en el lóbulo frontal afectando la personalidad. Sin embargo, recientemente se ha reevaluado el caso de Gage a la luz de nueva evidencia. Ahora se cree que pasó por rehabilitación y que incluso trabajó en Chile con caballos.
Una simulación de su lesión sugirió que la mayor parte de su corteza frontal derecha probablemente se salvó. Y evidencia fotográfica muestra a un Phineas Gage muy pulcro, luego del accidente. Sin embargo, muchos libros de psicología no mencionan estos nuevos datos, según un análisis reciente.
El pequeño Albert
Ese era el sobrenombre que el pionero psicólogo conductista John Watson le dio a un bebé de 11 meses, en quien, junto a su colega y futura esposa Rosalind Rayner, intentó deliberadamente inculcar ciertos miedos mediante un proceso de condicionamiento. La investigación, que poseía dudosa calidad científica, fue realizada en 1920 y ha ganado popularidad por ser tan poco ética (tal procedimiento jamás sería aprobado en las universidades de hoy).
En años recientes se reavivó la investigación sobre el pequeño Albert al descubrir su verdadera identidad. Un grupo liderado por Hall Beck de Appalachian University anunció en 2009 que tenían razones para creer que se trataba de Douglas Merritte, el hijo de una nodriza en la John Hopkins University donde también se encontraban Watson y Rayner. De acuerdo a este triste reporte, el pequeño Albert era neurológicamente discapacitado, agravando la naturaleza poco ética de la investigación, y murió a la edad de 6 años debido a una hidrocefalia.
Sin embargo, el reporte fue desafiado por un grupo diferente liderado por Russell Powell del MacEwan University en 2014. Ellos establecieron que el pequeño Albert era, más probablemente, William A. Barger (registrado en su historia clínica como Albert Barger), el hijo de otra nodriza. Richard Griggs, un escritor de libros de texto, examinó esta evidencia y concluyó que era más creíble. Lo que significaría que el pequeño Albert murió en 2007 a la edad de 87 años.
H.M.
Henry Gustav Molaison (conocido por años como H.M. en la literatura para proteger su privacidad) desarrolló amnesia severa a la edad de 27 años luego de una cirugía cerebral para tratar la epilepsia que sufría desde niño. Fue el centro de los estudios de más de 100 psicólogos y neurocientíficos y ha sido mencionado en más de 12.000 artículos. La cirugía de Molaison involucró la remoción de grandes partes del hipocampo en ambos lados del cerebro. Como resultado él terminó siendo casi incapaz de guardar nueva información en la memoria a largo plazo (hubieron algunas excepciones – por ejemplo, luego de 1963 el era consciente de que un presidente de EE.UU. había sido asesinado en Dallas).
La extremidad del déficit de Molaison era sorprendente para muchos expertos de la época, ya se creía que la memoria se distribuía por toda la corteza cerebral. Luego de morir, su cerebro fue cortado cuidadosamente, preservado y forma parte de un atlas 3D digital. Molaison murió en el 2008.
Victor Leborgne (“Tan”)
El hecho de que, en la mayoría de las personas, la función del lenguaje es servida predominantemente por la corteza prefrontal izquierda hoy es casi de conocimiento general, al menos entre estudiantes de psicología. Sin embargo, a principios del siglo XIX la perspectiva consensuada era que el lenguaje (como la memoria) estaba distribuido por todo el cerebro. Pero un paciente del siglo XVIII ayudó a cambiar esa creencia: Victor Leborgne, un hombre francés apodado “Tan” porque era el único sonido que podía pronunciar (aparte de la frase “sacre nom de Dieu”).
En 1861, a la edad de 51 años, Leborgne fue referido al renombrado neurólogo Paul Broca. Este examinó su cerebro y notó una lesión en el lóbulo frontal izquierdo – un segmento de tejido conocido hoy como el área de Broca. Dado que Leborgne presentaba la ya nombrada discapacidad en el lenguaje, pero su comprensión del mismo estaba intacta, Broca concluyó que éste área del cerebro era responsable de la producción del discurso. Luego trató de persuadir a sus pares de ello – ahora reconocido como un momento clave en la historia de la psicología.
Por décadas, poco se supo sobre Leborgne, a parte de su importante contribución a la ciencia. Sin embargo, en un paper publicado en 2013, Cezary Domanski de la Universidad Maria Curie-Sklodowska en Polonia, descubrió nuevos detalles biográficos. Uno de esos detalles es la posibilidad de que Leborgne murmurara la palabra “Tan” porque su lugar de nacimiento Moret, era hogar de muchas curtiembres (tanneries).
Kim Peek
Peek, quien falleció en 2010, a la edad de 58 años, fue la inspiración para el personaje de Dustin Hoffman, un hombre con síndrome del genio (savant) en la película Rain Man. Antes de esa película, que fue estrenada en 1988, pocas personas habían escuchado sobre el autismo, así que puede dársele crédito a Peek a través de la película por ayudar a aumentar la conciencia sobre esta condición. Sin embargo, el film también ayudó a diseminar la idea popular y equivocada de que el talento es el sello del autismo.
Peek mismo era un genio no autista, nacido con anomalías cerebrales que incluían un cerebelo malformado y un cuerpo calloso ausente (es decir, el extenso haz de fibras nerviosas que conecta ambos hemisferios). Sus habilidades de genio eran asombrosas e incluían cálculo del calendario, conocimiento enciclopédico de historia, literatura, música clásica, códigos postales de EE.UU. y rutas de viaje. Se estima que leyó más de 12.000 libros en su vida. Su memoria era impecable. Aunque sociable y extrovertido, Peek tenía problemas de coordinación y el pensamiento abstracto y conceptual eran todo un desafío para él.
Anna O.
Este era el pseudónimo de Bertha Pappenheim, una pionera judía alemana feminista y trabajadora social, quien murió en 1936 a la edad de 77 años. Anna O. es conocida como una de las primeras pacientes en someterse al psicoanálisis. Su caso inspiró gran parte del pensamiento de Freud sobre los trastornos mentales. El caso de Pappenheim se presentó primero a otro psicoanalista, Joseph Breuer, en 1880 cuando se lo llamó a su casa en Viena donde ella yacía en la cama, casi enteramente paralizada. Sus otros síntomas incluían alucinaciones, cambios de personalidad y discurso confuso, pero los médicos no pudieron encontrar causas físicas.
Por 18 meses, Breuer la visitó casi a diario y habló con ella sobre sus pensamientos y sentimientos, incluído el duelo por su padre. Mientras más hablaba ella, más parecían aliviarse los síntomas– esta fue aparentemente una de las primeras instancias del psicoanálisis. No obstante, el grado de éxito de Breuer ha sido debatido y algunos historiadores creen que Pappenheim sí tenía una enfermedad orgánica (epilepsia).
Aunque Freud nunca conoció a Pappenheim, escribió sobre su caso, incluyendo la noción de que ella tenía un embarazo histérico, no obstante esto también es debatido. La última parte de la vida de Pappenheim en Alemania luego de 1888, es tan extraordinaria como la historia de Anna O. Se convirtió en una escritora prolífica y pionera social: escribió historias, obras de teatro y tradujo textos de seminarios, también fundó clubes sociales para mujeres judías, trabajó en orfanatos y fundó la Federación Alemana para Mujeres Judías.
Kitty Genovese
Tristemente, no es realmente Kitty Genovese la persona que se convirtió en uno de los estudios de caso clásicos de la psicología, sino más bien el terrible hecho del que fue protagonista. En el año 1964, en Nueva York, Genovese volvía a casa de su trabajo como camarera cuando fue atacada y eventualmente asesinada por Winston Mosely. Lo que hizo a esta tragedia tan importante en psicología fue que inspiró investigaciones sobre lo que se conoció como el Fenómeno del Espectador. Es decir, el ahora bien establecido descubrimiento de que nuestro sentido de responsabilidad individual se diluye por la presencia de otras personas.
De acuerdo a la historia, 38 personas observaron el fallecimiento de Genovese pero ninguno hizo nada para ayudarla. Sin embargo, la cuestión no termina allí, ya que los historiadores han determinado que la realidad era mucho más complicada. Al menos dos personas trataron de ayudar y solo hubo un testigo en el segundo y fatal ataque.
Aunque el principio clave del efecto del espectador ha pasado la prueba del tiempo, la comprensión de la psicología moderna sobre cómo funciona se ha vuelto más matizada. Por ejemplo, hay evidencia de que en algunas situaciones las personas son más propensas a actuar cuando son parte de un grupo más grande, como cuando ellos y los otros miembros pertenecen a la misma categoría que la víctima (por ejemplo, son todas mujeres).
Chris Sizemore
Chris Costner Sizemore es una de las pacientes más famosas a las que se les ha dado el controversial diagnóstico de Trastorno de Personalidad Múltiple. Dicha condición se conoce hoy como Trastorno de Identidad Disociativo. Los alteregos de Sizemore aparentemente incluían a Eve White, Eve Black, Jane y muchos otros.
De acuerdo a algunos reportes, Sizemore expresaba éstas personalidades como un mecanismo de afrontamiento debido a traumas experimentados en la niñez (ver a su madre seriamente herida y a un hombre cortado por la mitad en una serrería). En años recientes, Sizemore ha descrito cómo sus alteregos se han combinado en una sola personalidad durante décadas, pero todavía ve diferentes aspectos de su vida como pertenecientes a diferentes personalidades. Por ejemplo, ha declarado que su esposo estaba casado con Eve White (no con ella) y que Eve White es la madre de su primera hija.
Su historia se ha volcado en una película de 1957 llamada The Three Faces of Eve (Las tres caras de Eve, basada en un libro del mismo nombre, escrito por su psiquiatra). Sizemore publicó su autobiografía en 1977 llamada I’m Eve (Yo soy Eve).
Creo que una de las cosas que podemos aprender de estos 10 intrigantes casos es la importancia de la investigación ética y bien hecha para el avance de nuestra ciencia. Sin duda ha sido clave para comprender más sobre debates clásicos en psicología, como los de personalidad e identidad, natura y nurtura y el vínculo entre la mente y el cuerpo.
Fuente: Research Digest
Imagen: HarvardX Neuroscience (Vimeo)