Un método muy utilizado en la investigación psicológica es el de “responder rápidamente y sin pensar.” En principio, esto puede ser de mucha utilidad, pero investigadores encontraron que, cuando pedimos a otros que respondan preguntas de forma rápida e impulsiva, tienden a dar respuestas socialmente deseables en lugar de respuestas honestas (Protzko, Zedelius, & Schooler, 2019). “Esto puede significar que tenemos que revisar la interpretación de muchos hallazgos de investigación que utilizan la técnica de” responder rápidamente,” sostuvo Protzko uno de los autores del estudio.
“La idea siempre ha sido que tenemos una mente dividida: un tipo intuitivo, animal y un tipo más racional,” continuó. “Y se supone que el tipo más racional siempre está limitando la mente de orden inferior. Si le pide a la gente que responda rápidamente y sin pensar, se supone que le darán una especie de acceso secreto a esa mente de orden inferior.”
Para probar esta suposición, los investigadores idearon una prueba de 10 preguntas simples que se responden por sí o por no (ejemplo: “a veces me siento resentido cuando no me salgo con la mía” y “no importa con quién estoy hablando, siempre soy bueno escuchando”). A través de una encuesta, se les pidió a los participantes que tomaran menos de 11 segundos, o alternativamente, más de 11 segundos para responder cada pregunta. Descubrieron que el grupo de respuesta rápida tendía a dar respuestas socialmente deseables, mientras que los que respondían lentamente y los que no tenían limitaciones de tiempo (rápido o lento) tenían menos probabilidades de hacer eso.
En un experimento posterior, los investigadores se propusieron saber si las personas tienden a dar respuestas socialmente aceptables bajo la presión del tiempo porque se ven a sí mismas como realmente virtuosas, un fenómeno conocido como el sesgo del “verdadera yo bueno”. Los investigadores hicieron que otro grupo de participantes respondiera a las preguntas bajo diferentes restricciones de tiempo. Luego, los encuestados participaron en una tarea de juicio social diseñada para evaluar el grado en que atribuyen el comportamiento moralmente bueno y malo al verdadero yo. Aquellos que obtuvieron puntajes más bajos en la escala de sesgo del verdadero yo bueno (es decir, pensaron que las personas eran más una mezcla de cualidades buenas y malas) probablemente deberían ser menos propensos a dar respuestas socialmente deseables bajo la presión del tiempo.
Sin embargo, lo que los investigadores encontraron fue que las personas que obtuvieron un puntaje alto en la medida del verdadero yo bueno, dieron respuestas socialmente deseables en general, pero especialmente cuando se les dio tiempo suficiente para deliberar. En contraste, fueron los que obtuvieron puntajes bajos los que ajustaron sus respuestas respondiendo de una manera socialmente más deseable bajo la presión del tiempo.
En otras palabras, la presión del tiempo no saca a la luz el “verdadero yo bueno” de una persona.
Bajo la presión del tiempo, las personas pueden incumplir su deseo de parecer virtuosas, incluso si eso significa tergiversarse a sí mismos, concluyó Protzko.
Él y sus colegas planean examinar estudios previos que utilizaron la técnica de respuesta rápida para ver cuántos resultados podrían estar determinados por la tendencia a dar respuestas socialmente deseables.
Referencias bibliográficas:
Protzko, J., Zedelius, C. M., & Schooler, J. W. (2019). Rushing to Appear Virtuous: Time Pressure Increases Socially Desirable Responding. Psychological Science, 956797619867939. https://doi.org/10.1177/0956797619867939
Fuente: Psychological Science