Una nueva investigación sugiere que el sexting (intercambio de mensajes o fotos sexualmente explícitos) en la adolescencia está relacionado con síntomas de ansiedad, estrés y depresión (Dodaj et al., 2020).
Estudios anteriores encontraron un vínculo entre la práctica de sexting en la adolescencia y las conductas sexuales de riesgo en el mundo real; en otra investigación hallaron que entre las principales fuentes presión social en torno a esta práctica se encuentran los amigos y parejas románticas, por encima de las actitudes propias de los adolescentes. Existe actualmente un debate sobre si el sexting debe verse como un comportamiento desviado, o más bien como una expresión saludable de intimidad en la adolescencia.
Esta investigación examina la práctica de sexting en la adolescencia con un estudio longitudinal. Al comparar los resultados desde el comienzo del estudio con los resultados de un seguimiento de un año, los investigadores esperaban explorar patrones de sexting a lo largo del tiempo y descubrir predictores de salud mental para el comportamiento de sexting. También observaron las diferencias de género en el comportamiento sexting y su asociación con comportamientos riesgosos como el consumo de alcohol.
El equipo reclutó a 359 estudiantes de secundaria, de entre 15 y 17 años de edad, de siete escuelas en Bosnia y Herzegovina. Los estudiantes completaron el Cuestionario de Sexiting y la Escala de Depresión, Ansiedad y Estrés al comienzo del estudio y nuevamente al año de seguimiento.
Los resultados mostraron que el porcentaje de estudiantes que practicaban sexting era casi idéntico al inicio y al año de seguimiento: alrededor del 31% al inicio y del 32% un año después. El porcentaje de adolescentes que recibieron esta clase de mensajes fue aproximadamente del 63% al inicio y del 64% al año de seguimiento.
Tanto en la línea de base como en el seguimiento, los niños tenían más probabilidades de informar que enviaban contenido sexualmente explícito que las niñas. Cuando se trataba de recibir contenido, sólo se encontraron diferencias en el momento del seguimiento: las niñas tenían más probabilidades de recibir estos mensajes que los niños. Los niños también eran más propensos que las niñas a reportar practicar sexting mientras consumían alcohol, con alrededor del 29% al inicio y el 27% en el seguimiento. Solo alrededor del 6% de las niñas informaron enviar mensajes sexuales mientras bebían al inicio del estudio y 9% en el seguimiento.
En general, los estudiantes que participaron en este comportamiento tuvieron más síntomas de depresión, ansiedad y estrés. Sin embargo, los resultados fueron diferentes al inicio y al año de seguimiento. En el estudio de referencia, el estrés fue un predictor de envío de mensajes sexualmente explícitos. En el seguimiento, la depresión fue un predictor de enviar y recibir estos mensajes.
Los autores sugieren que estas diferencias pueden reflejar un cambio en la dinámica entre el sexting y la salud mental en diferentes edades. En la adolescencia temprana, el estrés puede tener una influencia más fuerte en el comportamiento de sexting, mientras que, en la adolescencia tardía, la depresión puede ser un factor de riesgo más fuerte.
Concluyen los investigadores concluyen que si bien el sexting puede caer dentro del rango de comportamiento normal, está asociado con ciertos problemas de salud mental.
Este estudio “plantea la cuestión de una comprensión más profunda de los mecanismos subyacentes a la relación entre el sexting y las dificultades psicológicas,” señalan los autores. “Es importante centrarse en los problemas derivados de las tendencias sociales contemporáneas relacionadas con el desarrollo de la tecnología y el impacto de su desarrollo en el comportamiento de los jóvenes. La realización de este tipo de investigación proporcionará la información necesaria para implementar una política pública significativa, especialmente cuando se trata de políticas de educación y salud para crear intervenciones y prevención efectivas en el área del comportamiento sexual de los jóvenes,” dijo finalmente la Dra. Dodaj, autora principal del estudio.
Referencia bibliográfica:
Dodaj, A., Sesar, K., & Jerinić, S. (2020). A Prospective Study of High-School Adolescent Sexting Behavior and Psychological Distress. The Journal of Psychology, 154(2), 111-128. https://doi.org/10.1080/00223980.2019.1666788
Fuente: Psypost