Quizás lo que más escuchamos cuando se habla de un embarazo y un nacimiento es que se trata de momentos únicos de la vida, y la connotación tiende a ser positiva. Sin embargo, esos momentos únicos pueden no ser preciados o atesorados por las personas que los viven Y una mención especial requiere la etapa que le sigue al alumbramiento, que sin dudas se encontrará llena de nuevas experiencias, pero no todas serán bellas, cargadas de amor y ternura. Un nuevo estudio encontró que el 69% de las mujeres que experimentaron trastornos psiquiátricos posparto dentro de los primeros seis meses después del nacimiento de su primer bebé continuaron teniendo hijos en comparación con el 82% de las madres que no experimentaron problemas psiquiátricos (Liu et al., 2020).
Investigaciones anteriores han demostrado que, en general, alrededor del 3% de las mujeres desarrollan trastornos psiquiátricos en los primeros tres meses después del parto. Estos trastornos abarcan una amplia gama de problemas de salud mental y generalmente implican una combinación de pensamientos, comportamientos y relaciones anormales con otras personas, explicaron los investigadores.
Para este estudio, el equipo de investigación analizó datos de registros daneses de 414571 mujeres que tuvieron su primer nacimiento vivo entre 1997 y 2015 en Dinamarca. Siguieron a las mujeres durante un máximo de 19,5 años hasta el próximo nacimiento vivo, emigración, muerte, su cumpleaños número 45 o junio de 2016, lo que ocurriera primero.
Identificaron a las mujeres con trastornos psiquiátricos posparto al ver si recibían recetas de medicamentos psicotrópicos o si tenían contacto en el hospital por trastornos psiquiátricos durante los primeros seis meses después del nacimiento de su primer hijo.
Según los hallazgos del estudio, 4,327 – o 1% – de las mujeres experimentaron trastornos psiquiátricos después del nacimiento de su primer hijo.
El estudio descubrió que estas personas eran un tercio menos propensas a tener un segundo nacimiento vivo en comparación con las que no experimentaron trastornos psiquiátricos.
Si el primer hijo murió, la diferencia en las tasas de nacidos vivos subsiguientes desapareció. Sin embargo, si el problema psiquiátrico requería hospitalización, la probabilidad de que una mujer tuviera un segundo hijo casi se redujo a la mitad y este seguía siendo el caso si el primer hijo sobrevivía o no, informaron los investigadores.
“Aunque menos mujeres con trastornos psiquiátricos postparto tuvieron hijos posteriores, cabe destacar que alrededor del 69% de estas mujeres aún optaron por tener un segundo hijo,” dijo la Dra. Xiaoqin Liu, quien dirigió el estudio. “Para el 31% restante de las mujeres, necesitamos diferenciar las razones por las cuales no tuvieron otro hijo. Si evitaron otro embarazo por temor a una recaída, un mensaje clínico importante para ellas es que es posible prevenir la recaída.”
“Recomendamos que busquen la ayuda de sus médicos de familia o psiquiatras si quieren tener otro hijo, de modo que se puedan hacer planes de tratamiento específicos para sus necesidades individuales para reducir el riesgo de recaída, y para que su salud, bienestar y síntomas puedan ser monitoreados y tratados de cerca,” señaló.
Los investigadores observaron que las mujeres cuyo primer hijo murió tenían casi cuatro veces más probabilidades de tener un nacimiento vivo posterior que las mujeres cuyo primer hijo sobrevivió.
“Estos hallazgos sugieren que la tasa general reducida de nacimientos vivos posteriores entre mujeres que experimentaron trastornos psiquiátricos después del nacimiento de su primer hijo es, al menos en parte, voluntaria”, dijo Liu.
Otras posibles explicaciones para la reducción en la tasa de nacimientos vivos posteriores pueden ser que las mujeres con trastornos psiquiátricos posparto son menos capaces de concebir o tienen relaciones más problemáticas con sus parejas.
Dentro de las limitaciones de esta investigación encontramos que aunque el equipo realizó un seguimiento casi completo de las mujeres a través de los registros daneses, no tenían información precisa sobre los mortinatos o abortos espontáneos. Solo se incluyeron en el estudio los embarazos que dieron lugar a un nacimiento vivo. Otra limitación es que podría haber sucedido que no todas las mujeres con trastornos psiquiátricos hayan recibido medicamentos o tratamiento hospitalario. Además, debido al hecho de que Dinamarca ofrece atención médica gratuita y fácilmente disponible para todas las personas, estos hallazgos podrían no ser generalizables a poblaciones que viven situaciones diferentes.
Referencia bibliográfica:
Liu, X., Plana-Ripoll, O., Ingstrup, K. G., Agerbo, E., Skjærven, R., & Munk-Olsen, T. (2020). Postpartum psychiatric disorders and subsequent live birth: a population-based cohort study in Denmark. Human Reproduction , 35(4), 958-967. https://doi.org/10.1093/humrep/deaa016
Fuente: Psychcentral