¿Por qué Sheldon Cooper es incapaz de comprender un chiste sarcástico o empatizar con sus amigos? Al parecer una nueva investigación tiene la respuesta. Según sus resultados, cuando nuestro cerebro activa las redes neuronales que nos permiten empatizar, suprime al mismo tiempo las redes que utilizamos para realizar análisis.
En estado de reposo nuestro cerebro mantiene un ciclo entre las redes sociales y análiticas. Pero cuando se presenta una tarea, los adultos saludables encienden el patrón neuronal adecuado.
Según los investigadores, este estudio muestra por primera vez que tenemos una restricción incorporada en nuestra capcidad de ser empáticos y analíticos al mismo tiempo.
La investigación y los resultados
La investigación reclutó a 45 estudiantes universitarios sanos y se les tomaron imágenes por medio de IRM; mientras tanto los investigadores les presentaron, por medio del azar, 20 problemas escritos y 20 problemas en vídeos, que los hacían pensar cómo se podrían sentir los otros, y 20 problemas escritos y 20 problemas en videos que requerían de la física para ser resueltos.
Luego de leer el texto o ver el vídeo, los estudiantes proveyeron su respuesta a un cuestionario de si o no en 7 segundos y luego se les pidió que vieran una cruz roja en la pantalla durante los 27 segundos que se les otorgó para descansar.
Las imágenes por IRM mostraron que los problemas sociales desactivaron en el cerebro las regiones asociadas con el análisis y activaron las redes sociales. Estos hallazgos se mantuvieron constantes a través de las preguntas impresas o en vídeo. Mientras tanto, los problemas relacionados con física desactivaron las regiones asociadas con la empatía y activaron la red de análisis.
Anthony Jack, profesor de ciencia cognitiva en la universidad de Case Western Reserve y director de la investigación concluyó:
“Cuando los sujetos estaban acostados en el scanner, sin nada que hacer, al que llamamos estado de descanso, se hizo manifiesto el ciclo natural entre las dos redes. Esto nos dice que la estructura del cerebro adulto está impulsando una restricción fisiológica sobre la cognición. Estos hallazgos tienen implicaciones directas en una variedad de trastornos neuropsiquiátricos como: ansiedad, depresión, TDAH y esquizofrenia. Ya que todos están caracterizados con un tipo de disfunción social. Y los tratamientos deben enfocarse en encontrar un balance entre estas dos redes.”
La investigación fue publicada en la edición de octubre de la Revista NeuroImage.
Fuente: Eurekalert.org