Sabemos que el proceso de aprendizaje es complejo y requiere de un periodo de tiempo para procesar y almacenar la información. Un nuevo estudio viene a apoyar estos datos y además nos ofrece una técnica fácil para mejorar nuestra memoria.
La investigación fue publicada en el Journal Psychological Science (Revista de Ciencia Psicológica) y sugiere que nuestra memoria puede mejorar tan sólo con tomar pequeños descansos luego de aprender nueva información verbal.
En palabras de la directora de la investigación, Michaela Dewar:
“Nuestros descubrimientos apoyan datos anteriores que sugieren que la formación de nuevos recuerdos no se completa en pocos segundos. De hecho nuestro trabajo demuestra que las actividades que se realizan en los primeros minutos luego de aprender nueva información, afectan dramáticamente la forma en cómo recordaremos esa información luego de una semana.”
El estudio estuvo conformado por 33 sujetos, cuyas edades comprendían entre los 31 y 87 años. Se les contó dos historias cortas y se les dijo que tenían que recordar tantos detalles como fuera posible.
A un grupo se les pidió que describiera lo que sucedió en la historia y se les dio un receso de 10 minutos, que podían aprovechar para descansar despiertos o jugar un juego en la computadora. Al otro grupo de participantes se les pidió que descansaran tranquilamente con los ojos cerrados en una habitación a oscuras durante 10 minutos, mientras el experimentador se “preparaba para la próxima prueba”. Los participantes podían soñar o pensar en la historia, repasar sus listas de comestibles, etc. No importaba lo que pensaran mientras sus ojos se mantuvieran cerrados.
Los participantes que jugaron el juego de computadora (los investigadores eligieron esta tarea porque requiere de atención pero, a diferencia de la historia, no es verbal) que consistía en ver pares de imágenes en una pantalla durante 30 segundos cada una, fueron instruidos para ubicar dos diferencias sutiles en cada parar. Luego se les pidió que recordaran dos historias media hora más tarde y luego, una semana más tarde. Los participantes recordaron mucho más la historia cuando habían seguido un periodo de reposo despiertos.
Dewar explica que hay una creciente evidencia que sugiere que el punto en que experimentamos nueva información es “sólo una fase temprana de adquisición de información y otros procesos neuronales tienen que ocurrir después de esta etapa para que seamos capaces de recordar esta información en algún momento.”
El problema es que somos bombardeados con tanta información nueva y no se deja espacio para que asimilamos la información recientemente adquirida. El proceso de consolidación de los recuerdos toma un poco de tiempo y las cosas más importantes necesitan de un momento de paz y tranquilidad.
Fuente: Brief Wakeful Resting Boosts New Memories Over the Long Term
Imagen: Annie Mole en Flickr
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